Quién está detrás de Sílvia Orriols: así es el engranaje que impulsa el ascenso de los ultras de Aliança Catalana
Quién está detrás de Sílvia Orriols: así es el engranaje que impulsa el ascenso de los ultras de Aliança Catalana
El partido, que podría pasar en el Parlament de 2 a 20 escaños, está impulsado por un pequeño grupo de desconocidos a la sombra de Orriols con ideas claramente racistas.
El control de Aliança está en manos de Oriol Gès, el ideólogo principal es un primo de Pere Aragonès y el dinero lo ponen pequeños empresarios que se autodenominan "patriotas catalanes", entre los que destaca Eduard Llaguno.

Barcelona-
Aliança Catalana es sin duda el partido más mencionado del mapa político catalán –e incluso el estatal-, especialmente después de que las encuestas la sitúen ya en la disputa del tercer puesto a Junts, detrás del PSC y ERC, en un posible futuro Parlament de Catalunya, si ahora mismo se hicieran elecciones. Para bien o para mal está en boca de todo el mundo. Pero pocos catalanes y catalanas, por no hablar del resto del Estado, podrían recordar el nombre de algún otro miembro de la formación de extrema derecha independentista que no sea el de su indiscutible y omnipresente líder, Sílvia Orriols. De hecho, más allá de Ripoll y su comarca, poca gente en Catalunya podría enumerar a alguno de los dirigentes de Aliança que no sea Orriols.
Y es que, además de tener un núcleo duro de verdaderos desconocidos, ahora mismo todo el poder institucional de Aliança Catalana se concentra en los dos escaños que tiene en el Parlament de Catalunya y los ocho concejales que consiguieron en las últimas municipales de 2023, seis de ellos concentrados en Ripoll y los otros dos en Manlleu y Ribera de Ondara –también en comarcas de la Catalunya Central–, aunque este último se dio de baja del partido. Posteriormente, Aliança ha recibido la incorporación de un puñado de concejales de listas independientes en pequeños municipios de la Catalunya interior, y ahora en total dispone de 14 cargos municipales registrados.
Ante estos datos, la pregunta es obvia: ¿cómo, y sobre todo quién, ha logrado que un pequeño grupúsculo político absolutamente desconocido sea el partido con mayor proyección de voto de Catalunya a las puertas de alcanzar la tercera, o quién sabe si la segunda, plaza en el Parlament? Un pequeño grupo de dirigentes que forman parte del núcleo impulsor de Aliança hace cinco años, la mayoría de Girona, la Catalunya Central y Lleida, en comarcas del interior, provenientes de colectivos del independentismo más identitario, y que han estado en la esfera de ERC o de Junts pero sin acumular una gran experiencia política institucional, pilotan ahora la sala de máquinas.
Ellos controlan con mano de hierro un partido que puede impactar en la política catalana en los próximos años, y quizás también en la estatal, aunque todavía está en discusión si deciden presentarse a unas elecciones generales. Pese a la gran expansión territorial que está teniendo, Orriols ha construido un liderazgo omnipresente e indiscutible, manteniendo el control gracias a un pequeño grupo de escuderos de máxima confianza, que se pueden contar con los dedos de ambas manos.
El primer intento, fascistizar Estat Català
Oriol Junqueras ha dicho que "si los servicios secretos españoles o algunas de las togas que todavía nos persiguen tuvieran que inventar algo contra Catalunya, inventarían Aliança Catalana". La hipótesis sobre el origen de la extrema derecha independentista que plantea el presidente de ERC no está contrastada, pero la trayectoria de Sílvia Orriols y su núcleo duro sí nos permite trazar el ADN del partido. Forman parte de él un grupo original de una decena de personas, la mayoría profesionales liberales relacionados con la abogacía, la docencia y el mundo de la empresa. Casi todos podrían definirse como outsiders de la política, aunque algunos provienen de las bases militantes de Junts y de ERC pero sin gran experiencia política. Pero el origen de los postulados extremistas y xenófobos de Aliança no son nuevos para su carismática líder. Orriols –que también transitó brevemente por las Joventudes de ERC-, y algunos de sus incondicionales, ya exploraron esta vía de ultraderecha infiltrándose en Estat Català hace un par de décadas, intentando controlar los restos del histórico partido independentista -fundado por Francesc Macià- que estaría en el origen de la fundación posterior de Esquerra Republicana en 1931.
"En aquella época Orriols y los suyos ya eran claramente de extrema derecha, con un nacionalismo identitario excluyente muy fuerte y quisieron apoderarse de Estat Català para tener un partido histórico" recuerda uno de los exdirigentes de Estat Català que organizó la disputa interna por el control de la dirección y cerró el paso a Orriols y los suyos. Fue un grupo de personas que militaban en la izquierda independentista que decidieron afiliarse a Estat Català y se enfrentaron al entonces ya llamado "sector nazi del partido", ya que desfilaban con el saludo romano y estética de ultraderecha cada Onze de Setembre.
La "raza catalana" y la invasión de apellidos castellanos
El sector de la izquierda independentista se impuso en Estat Català haciéndose con la dirección, y Orriols se acabó marchando. Primero fundando -junto con su expareja David Subirana- un colectivo nacionalista excluyente, etnicista catalán y xenófobo, llamado Els intransigents (Los intransigentes), donde escribió textos notablemente racistas pero mayoritariamente contra la inmigración española, ya que la migración de países musulmanes y de otros orígenes era a finales de los años 90 y principios del 2000 muy minoritaria. Los escritos, que ahora Orriols niega haber redactado aunque los asumía el colectivo del que formaba parte, criticaban "la proliferación de apellidos castellanos que extinguirán los propios de Catalunya" y sentenciaban que "lo único que puede salvar a Catalunya es que nazcan catalanes. O agrandamos nuestra estirpe, o castilla (lo escribía en minúscula como menosprecio) nos devorará". Además defendían la superioridad de una supuesta "raza catalana".
Posteriormente, ya en pleno procés independentista, Orriols participó en la creación de un partido, el Front Nacional de Catalunya (FNC), que preside Jordi Casacuberta, de clara tendencia de extrema derecha. El partido se registró en 1999 aunque no fue hasta 2013 cuando se presentó públicamente, pero una ruptura y escisión de un pequeño grupo del FNC, liderado por Orriols, básicamente por disputas personales pero también por la exigencia de Orriols de endurecer el discurso contra la inmigración, fue el origen de la creación de Aliança Catalana en 2020.
La paradoja es que una escisión de un grupúsculo político minoritario se ha convertido en todo un fenómeno social. Según el politólogo y profesor de Ciencia Política de la Universitat de Barcelona (UB) Xavier Torrens, autor del libro Salvar Catalunya: la gestació del nacionalpopulisme català (Pòrtic, 2024), "los datos del CEO no son sorprendentes porque simplemente confirman la tendencia que algunos ya hemos apuntado hace tiempo, pero sí sorprende la rapidez con que se está produciendo el crecimiento". Esos datos pronostican que Aliança Catalana pasaría de de 2 a 19-20 diputados.
Trump y Wilders, los referentes internacionales
Una aceleración que diversas fuentes conocedoras en profundidad de Aliança Catalana consultadas atribuyen más a la coyuntura política y social que a una maniobra premeditada. "Es evidente que a medida que crecen las expectativas, Aliança recibe más ayudas mediáticas y económicas, pero el crecimiento se explica sobre todo por el carisma de Sílvia Orriols, por la situación de frustración del procés y por la presión migratoria y la ola internacional de extrema derecha". Y por supuesto, el atentado yihadista en las Ramblas de Barcelona y en Cambrils del 17 de agosto de 2017 fue un detonante clave, ya que los jóvenes terroristas eran básicamente de Ripoll, donde Orriols había concentrado su actividad política.
De la ola reaccionaria internacional, Aliança se ha nutrido especialmente del trumpismo estadounidense y del dirigente xenófobo de los Países Bajos Geert Wilders. Aunque también han tenido presencia en alguna celebración de la AFD alemana de tendencia neonazi. Orriols sigue la orientación de estos referentes internacionales especialmente en materia de persecución de la inmigración y en postulados neoliberales, pero defiende posiciones más tolerantes en temas como la homosexualidad o el aborto, lo que le aleja de otras extremas derechas como la de Giorgia Meloni en Italia o Viktor Orbán en Hungría.
Orriols, la pieza clave que centra toda la atención
Xavier Torrens explica por qué los dirigentes de Aliança son verdaderos desconocidos pese a la fuerza que experimenta la formación: "Todos los partidos que llamamos nacionalpopulistas tienen como condición indispensable un dirigente carismático muy potente que hace sombra al resto". En este caso la figura de Sílvia Orriols emerge muy por encima del resto del partido mediante una agresiva política de redes sociales, y acaparando cargos como alcaldesa de Ripoll y diputada. Y también debido a que de momento estamos ante expectativas y no se ha incorporado a las filas de Aliança ninguna personalidad política más o menos conocida proveniente de otros espacios políticos. El resto del núcleo dirigente no tiene perfil público y quizá por eso ha decidido incorporar como jefe de prensa del partido una imagen conocida por los catalanes, el histórico presentador de TV3 Eduard Berraondo.
Torrens lo deja claro: "La única posibilidad de que Aliança caiga en las encuestas sería que Orriols saliera de la ecuación, por algún motivo que es muy improbable que ocurra". "Sílvia Orriols es una líder creíble cuando se presenta como alguien salido del pueblo. Era una trabajadora mileurista, hija de campesinos. Vive con su familia –son ocho en casa: madre, padre (hasta la separación), cinco hijos y la perra– en un piso de setenta metros cuadrados", añade el politólogo.
Guifré el Pilós y Daniel Cardona, los referentes
El núcleo duro de Aliança Catalana lo forman media docena de personas que componen su Comité de Gobierno, liderado por Orriols. Un núcleo que de momento se ha mantenido muy cerrado y controla con mano de hierro cada paso y todo lo que ocurre en el partido. La alcaldesa de Ripoll tiene 41 años y ha trabajado en varias fábricas y de administrativa. Aunque se diplomó en Biblioteconomía y Documentación por la Universitat de Vic, nunca ha ejercido. Orriols expone su fe católica y reivindica las raíces cristianas de la cultura occidental, pero nunca ha sido una fiel practicante y de hecho vivió en pareja sin casarse y está separada.
En cambio, la líder de Aliança practica un ensalzamiento de la Catalunya medieval que considera el pasado genuino de la catalanidad, anterior a las grandes migraciones, del resto del Estado primero y de otros países en la actualidad. Alaba la figura del conde Guifré el Pilós de finales del siglo IX –al que se le atribuye la leyenda de la creación de las cuatro barras de la senyera catalana con los dedos manchados de sangre por una herida a punto de morir–, enterrado en Ripoll, como fundador de la nación catalana. La obsesión es tal que todas sus hijas tienen nombre de origen medieval catalán, nada comunes en la actualidad, entre ellas Guinedell que fue la esposa de Guifré el Pilós.
Y en términos más modernos reivindica la figura de Daniel Cardona como referente político. Un líder del independentismo más radical e insurgente de los años 30 que se enfrentó a Francesc Macià cuando el primer president de la Generalitat republicana cedió ante las autoridades republicanas de Madrid revocando la proclamación de una República Catalana independiente, después de la caída de la monarquía.
Dos núcleos duros, en Ripoll y a nivel catalán
Orriols tiene un núcleo duro en Ripoll y otro para expandir su formación. En el caso de su localidad insignia, destacan los concejales Anna Flores, Guillem Barranqueras y Gaspar Viñas. Y en lo que se refiere al ámbito catalán, quien es claramente el número dos del partido y lo gobierna disciplinadamente es Oriol Gès, secretario de Organización y Finanzas de Aliança Catalana. Como Orriols, Gès es de la Catalunya Central y tiene 35 años. Está graduado en Economía por la UAB y es empleado de banca. Lidera el sector más neoliberal del partido que propugna combatir "el infierno fiscal que el expolio de España y el progresismo imponen a Catalunya".
Gès formó parte de Solidaritat Catalana per la Independència, partido surgido de una escisión de ERC en 2008, y posteriormente del FNC, partido abiertamente ultra del que se marchó con Orriols para crear Aliança Catalana. Los tres nombres que figuran en el registro de Aliança son el de la propia Orriols, Oriol Gès y Margarita Cabello, una jubilada de Ripoll ahora relegada dentro del partido a pesar de ser fundadora. Por otro lado, Oriol Gès es uno de los motores del partido y controla la actividad de Aliança en el Parlament de Catalunya.
Un primo del expresident Aragonès, el ideólogo
Jordi Aragonès es otra pieza clave y no sólo por el cargo de secretario de Estudios y Programas, sino por su aportación ideológica y por ser el impulsor de la estrategia de dar el salto al Parlament, cuando algunos dentro de Aliança apostaban por concentrarse de momento en el mundo municipal. Es de la comarca barcelonesa del Maresme y tiene 32 años, Aragonès ha cursado el grado de Historia en la Universitat de Barcelona y se dedica a la docencia como profesor de secundaria. Forma parte del núcleo de confianza máxima de Orriols y está considerado el ideólogo de la formación, pero no ha llegado a controlar las riendas del partido, que están en manos de Gès.
Se da la casualidad de que el ideólogo de Aliança es primo de un expresident de la Generalitat, el republicano Pere Aragonès, con quien comparte abuelo. Jordi Aragonès se ha declarado pujolista en más de una ocasión e hizo una tesis sobre Los orígenes catalanes de Aliança Popular. Y durante el procés no dudó en defender la aproximación del independentismo al Gobierno ruso de Vladimir Putin para lograr su apoyo a la independencia. Aragonès mantiene discrepancias con Gès -y con la propia Orriols– en orientaciones estratégicas del partido, como por ejemplo en lo que se refiere a política económica. Apuesta por una economía más proteccionista en contra de la posición extremadamente neoliberal de Gès, pero pese a las divergencias no han aflorado grandes enfrentamientos de forma pública.
El secretario de Comunicación es el barcelonés Lluís Areny. De 46 años, es licenciado en derecho por ESADE y empresario del sector de la alimentación. Areny es un experto en activismo en la red y fue especialmente activo en el antiguo Twitter, ahora X, como militante de Junts, especialmente en campañas contra ERC y en favor de dirigentes de Junts, concretamente del sector liderado por Laura Borràs y Quim Torra.
La representante de Tarragona en el núcleo duro de Orriols es Aurora Fornos, secretaria de Política Institucional. Fornos es abogada y también ejerce como técnica de Asesoría Jurídica del Área de Hacienda y letrada del Ayuntamiento de Reus. Fornos ha sido presidenta del elitista Club Rotary en la delegación de Cambrils y no se le conoce un pasado político. Además de gente proveniente de Junts y ERC, en Aliança también ha llegado algún militante del PSC como es el caso de Eduard Rel, de Tortosa. Y cierra el círculo el gerundense -aunque actualmente reside en Barcelona- Franc Massaneda, secretario de Acción Política y Juventud, de 31 años. Actualmente es consultor de estrategia de negocio y salud digital.
Aunque no forma parte del Comité de Gobierno, también es una figura destacada el abogado de la población gerundense de Olot Jordi Coma. Proveniente del mundo de Esquerra Republicana, partido del que fue concejal en la capital de la comarca de la Garrotxa, Coma formó parte de otra escisión de los republicanos del 2008, Reagrupament. Y finalmente se incorporó a las filas de Aliança Catalana. También el exdiputado por Lleida Ramon Abad, que obtuvo el escaño junto a Orriols y ha sido sustituido por la leridana Rosa M. Soberana, por motivos de salud, es un viejo conocido de listas de ERC en Mollerussa. Abad es exempleado de banca jubilado y Soberana, en cambio, hace pocos años todavía estaba vinculada a Junts.
Pequeños empresarios "patriotas catalanes"
Tampoco en la financiación económica del partido se pueden encontrar de momento rastros de una operación de impulso económico a gran escala de ningún actor influyente. Las aportaciones que se han conocido hasta ahora son a partir de donaciones o préstamos de militantes de base de Aliança Catalana con cierta capacidad económica, especialmente del núcleo duro. El exdiputado Ramon Abad es una de estas personas adineradas, pero destaca especialmente un número reducido de militantes que son pequeños empresarios comarcales que se autocalifican como "patriotas catalanes". Uno de los principales es Eduard Llaguno –también de una comarca de interior como es la Anoia–, según la investigación publicada por el diario Nació que ha ganado el Premi Ramon Barnils 2025. Entre Llaguno, el propio Oriol Gès y Jordi Aragonès habrían sufragado buena parte del gasto para la victoria en el 2023 de Orriols en Ripoll. La inversión ascendió a unos 33.000 euros en total.
Con la llegada de Aliança al Parlament las finanzas del partido han crecido exponencialmente, puesto que ingresa en torno a los 350.000 euros anuales en concepto de sueldo de ambos diputados y otras subvenciones y dinero para asesores y actividad política. También el crecimiento de militantes, que pagan 20 euros al mes, ha mejorado sus cuentas. Se calcula en un millar aproximadamente el número de afiliados. Pero el impulso económico clave lo dio Llaguno, que cuenta con varias sociedades, entre las que destaca el fondo inversor Argos Iberia y ha sido profesor de la Universitat Pompeu Fabra. Su mano derecha en algunas de las operaciones económicas es Maiol Sanaüja, también del núcleo impulsor de Aliança. Pero ambos se han mantenido al margen de la actividad pública del partido. Llaguno sería el máximo exponente de algunos pequeños empresarios que se acercan a Aliança, y su ascendencia sobre el núcleo dirigente del partido es elevada.
"Lo mejorcito de cada casa"
Aunque Aliança Catalana mantiene un núcleo duro reducido que controla el partido con mano de hierro, su extensión por toda Catalunya es exponencial y hoy ya han constituido agrupaciones en un gran número de comarcas y en cientos de municipios. Su gran objetivo actual son las elecciones municipales del 2027, en las que prevén un gran crecimiento en buena parte de los 947 municipios catalanes, ya que ahora sólo tiene representación en cinco de ellos.
Una de estas comarcas es la Conca de Barberà, donde un concejal de ERC, que prefiere no dar el nombre, asegura que "son muy activos, hacen tenderetes en pueblos donde no tienen ninguna representación y buscan gente para hacer listas, pero de momento no han logrado atraer a personas con cierto nivel". "Más bien recogen lo mejorcito de cada casa, personas con resentimiento y poco dialogantes que no son conocidos por ninguna contribución social", asegura el concejal republicano que se muestra molesto por la "agresividad y prepotencia" con la que actúan los miembros de Aliança. Aunque también reconoce que, más allá de la actitud de la militancia, se detectan muchos seguidores de condiciones transversales, que van desde campesinos a mecánicos o arquitectos y otras profesiones liberales, que "quizás no se atreven a ponerse al frente todavía en los pueblos pequeños". "Muy probablemente conseguirán representación en pueblos de la comarca y esto generará una fuerte confrontación y enturbiará la convivencia", asegura el concejal republicano.






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