Passa al contingut principal

Tabàrnia:Un periodista rossellonès Aleix Renyé recorda quan Albert Boadella deia que era independentista

 Albert Boadella Tabàrnia - EFE
El periodista rossellonès Aleix Renyé ha recordat en un tuit quan l'actor Albert Boadella es va refugiar a França després de l'afer d'Els Joglars, i deia que era independentista

Foto 4
Consejo de Guerra a Els Joglars, marzo de 1977. Fotografía: Pilar Aymerich. Fuente: CDiMAE.
Renyé ho ha fet després que Boadella s'ha presentat com a president de la farsa de Tabàrnia, que ha tingut ampli ressò en les televisions espanyoles. Al seu entendre, durant el seu refugi rossellonès l'actor tenia "més gràcia i talent".

Foto 2
Fabià Puigserver, dibujo para la campaña “Llibertat d’expressió”, 1977. Fuente: CDiMAE
"Veient en Boadella fent d'esperpèntic "president" de Tabàrnia no em puc impedir recordar que tenia més gràcia i talent, com a còmic, quan va refugiar-se a Catalunya Nord i afirmava que era independentista, per poder menjar de la solidaritat dels altres refugiats. Vualà", ha indicat

tabàrnia TVE

https://www.elnacional.cat/ca/politica/periodista-rossellones-boadella-independentista_236820_102.html



Insultos a la autoridad militar, 1977

En una democracia nadie está por encima de la crítica y la sátira. Ni el ejército, ni los curas (art. 525 CP) ni las víctimas del terrorismo. El derecho penal no está ahí para evitar que nadie se ofenda.

El proceso de ‘La torna’
En 27 de noviembre de 1977, el general auditor de la IV Región Militar se dirigía al gobernador civil de Barcelona y al delegado del Ministerio de Cultura de la provincia para que le informaran sobre los siguientes extremos: legalidad y régimen por el que se regía el grupo Els Joglars; autor o autores de la obra llamada La torna; existencia o no de autorización para su representación, ordenando la inmediata suspensión de sus representaciones por considerarse injuriosas para los Ejércitos.
Se inicia así la tramitación de un voluminoso sumario por la autoridad militar del que aparece, que en 30 de agosto de 1977, Albert Boadella, solicitó del Departamento de censura de la Dirección de Teatro del Ministerio de Cultura, la autorización para representar por todo el Estado español el espectáculo titulado La torna, autorización que.le fue concedida en 6 de septiembre siguiente.
la-torna-foto-1
Una vez en posesión de dicha guía de censura (expediente 427/ 77), Els Joglars, iniciaron una gira que se prolongó por diversas ciudades. El. día 3 de diciembre de 1977, en Reus, la autoridad gubernativa prohibió la representación. A partir de entonces Boadella es procesado así como el resto de los actores que intervenían en elespectáculo.
Una sorpresiva fuga protagonizada por Albert Boadella del Hospital Clínico de Barcelona donde se hallaba recluido, hizo que el consejo de guerra se celebrará en su ausencia, Ferran Rañé, asimismo optó por no comparecer ante el tribunal el día señalado para la celebración del inicio.
Las defensas de los procesados adujeron, entre otros, el principio de legalidad. Desde el momento en que el Ministerio de Cultura había autorizado expresamente las representaciones, su actuación estaba expresamente permitida por la ley. Alternativamente y dado que el propio ministerio fiscal admitía intencionalidad política en la realización de los actos supuestamente delictivos -iniciados con anterioridad al 6 de octubre de 1977- se solicitaba la aplicación de la ley 46/1977 de 15 de octubre cuyo artículo primero declaraba amnistiados todos los actos cometidos con aquella intencionalidad siempre que no hubieran supuesto violencia grave contra la vida o la integridad de las personas.
La sentencia del consejo de guerra condenó a cada uno de los procesados que comparecieron ante el tribunal, a la pena de dos años de prisión por el delito de injurias a la autoridad militar y al benemérito instituto de la Guardia Civil. Dicha pena fue cumplida por todos ellos en su casi totalidad, pues si bien la movilización general y la respuesta popular a la sentencia hizo que el Gobierno otorgara un indulto, éste llegó, como casi siempre, demasiado tarde.
8546ima0001_s
Poder militar y jurisdicción civil
Dos fueron los logros obtenidos por la mayor y más larga movilización popular ocurrida en Cataluña después de la muerte del dictador. El tardío indulto concedido por el Gobierno y la reforma del Código de Justicia Militar mediante la ley orgánica 9/1980 de 6 de noviembre. A partir de entonces los civiles no podrían ser juzgados por militares a excepción de aquellos delitos supuestamente cometidos en cuarteles o campamentos. Y las sentencias dictadas por consejos de guerra podría ser recurridas en casación ante el Consejo Supremo de Justicia Militar.
La causa sobre La torna fue remitida a la Audiencia Provincial. La autoridad militar había perdido jurisdicción. Boadella y Raflé al fin serían juzgados por un tribunal civil.
Fuente:
http://elpais.com/diario/1985/02/19/sociedad/477615604_850215.html


Imagen relacionada



Ferran Rañé y Andreu Solsona ceden el archivo de 'La Torna' al Institut del Teatre

La representación de la obra de Els Joglars supuso un consejo de guerra, cárcel y exilio para los intérpretes de la pieza


zentauroepp8572091 30 aniversario de el periodico els joglars vuelven a la carc171102122203
Imagen de archivo de Arnau Vilardebò, uno de los actores de Els Joglars que fue encarcelado por La Torna. 
Los actores Ferran Rañé y Andreu Solsona han cedido al Institut del Teatre (IT) de Barcelona el voluminoso archivo de prensa del caso 'La Torna', montaje de Els Joglars que se estrenó en 1977 y que, tras 40 interpretaciones, fue prohibido por la autoridad militar.


Los antiguos integrantes de la compañía han cedido el archivo al Centro de Documentación y Museo de las Artes Escénicas del IT para conservar la memoria de los hechos sucedidos alrededor de la obra, que generó represalias penales como un consejo de guerra y cárcel para miembros de la compañía, ha informado la institución en un comunicado.
"Es importante hacer memoria y recordar que cuatro personas estuvieron un año en la prisión y otras estuvimos un año en el exilio", ha destacado Rañé, mientras que la directora del IT, Magda Puyo, se ha referido al caso como un hecho histórico que no se puede olvidar

http://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20171102/la-torna-joglars-archivo-institut-teatre-6396688


40 anys de l'empresonament d'Albert Boadella



Albert Beorlegui i Antoni Dalmases recorden que el 1977 es va empresonar el director d'Els Joglars per l'espectacle "La Torna". Era una crítica mordaç a la pena de mort i tenia clares referències als últims executats per garrot vil a l'Estat Espanyol

http://www.ccma.cat/catradio/alacarta/el-suplement/40-anys-de-lempresonament-dalbert-boadella/audio/985305/

Jordi Sardans | Actualitzat el 17/12/2016
Resultado de imagen de l'afer d'Els Joglars,albert boadella

  • Resultado de imagen de l'afer d'Els Joglars,albert boadellaEl botifler Boadella
 Albert Boadella ha estat notícia el 2016 arran d’una crítica ferotge a Víctor Álvaro, de l’Almeria Teatre de Barcelona, que va fer un espectacle semblant al seu "Ubú", però canviant de personatges, ja que l’Ubú tradicional Jordi Pujol– passava a ser "Ubúadella".  Es va crear una nova polèmica, després que renegués definitivament de Catalunya el setembre del 2007, quan publica el seu assaig de memòries "Adiós Cataluña. Crónicas de amor y de guerra", amb el qual guanya el premi Espasa d’Assaig. A Madrid, el potencien, encara que no els agrada perquè no l’entenen: el 2012, deixa  la direcció dels Joglars en mans de Ramon Fontseré i li atorguen el premi al personatge de l’any, Alfonso Usía. De jove, estava a favor de l’esquerra catalana antifranquista. Després es torna visceralment antipujolista, ja que  es va sentir molt dolgut amb Jordi Pujol quan va anar a la presó,  en no voler-ne saber  res. En canvi Josep Tarradellas si que va escoltar les seves demandes. Radicalment contrari al nacionalisme català, durant uns anys festeja amb els socialistes i posteriorment, promou la plataforma cívica Ciutadans de Catalunya i fins i tot dóna suport a Madrid al partit de Rosa Díez, Unión Progreso y Democracia. Res no justifica el seu menyspreu a Catalunya i la majoria de catalans estan en desacord amb les seves noves opinions.

 Imagen relacionada

El teatre dels Joglars va ser clau en la Transició per la força del gest i la contundència de les seves propostes, amb un Albert Boadella que va viure, segurament, els seus millors anys com a creador i com a professional del teatre: era un gran escenògraf i escrivia de meravella. Els Joglars van néixer arran del mim argentí, Italo Ricardi, que van venir a fer un curset a Barcelona, on es van apuntar Anton Font, Carlota Soldevila i Albert Boadella, que en va ser l’alumne més destacat. Se’ls ajunta Griselda Barceló. Amb "La torna", que  van representar a la Sala Ciutat de Manresa, un militar els va denunciar. Boadella i els seus companys van acabar a la presó. Ell s’escapa d’una manera rocambolesca: passa per malalt i el porten a l’Hospital Clínic, on alguns col·legues deixen una revista porno als guàrdies que el vigilen. Mentrestant, una infermera li porta roba, es disfressa d’infermer i fuig. Es refugia a casa de Carlota Soldevila, d’on passa a França. La pel·lícula de la seva vida.
Imagen relacionada
Foto: Ángel de Antonio

http://www.elpou.cat/noticia/2612/botifler/boadella


sábado, 11 de julio de 2009


Manifiesto de un traidor a la patria, por Albert Boadella

Confieso que mientras no los conocí, yo fui unos de ellos. Aboné su terreno con mi propia ignorancia. Llegué a creer fanáticamente en la versión victimista de la historia que habían elaborado otros ignorantes como yo, aunque ellos con mayores atenuantes, ya que trabajaban con intereses a plazo fijo.

En ciertos momentos, estuve también deseoso de pasar cuentas con el enemigo natural de Cataluña. Incluso aproveché alguna oportunidad para ello. Un día, puse sobre el escenario un puñado de miembros de la Benemérita metamorfoseados en gallinas y descansando en las barras de su morada avícola.

Obviamente, la juerga invadió la sala. Así, exhibiéndolos para mofa y befa del respetable me sentía compensado de tantos supuestos agravios ¿A ver quien nos devolvía la vida del president fusilado? ¿Y la tortura y la cárcel de Pujol? ¿Y la persecución de nuestra lengua? ¿Y el maldito Felipe V? ¿Y la prohibición de participar en el botín de las Américas? ¿Y el contubernio de Caspe?

Si todo resultaba tan claro y la razón estaba de nuestro lado ¿Quién me mandaba desertar del lugar que me pertenecía por historia, por territorio, por sentimiento e incluso por raza? ¿Cómo pude abandonar aquel calor incestuoso de la tribu? ¡Y pensar que ahora podría estar de ministro de cultura en el tripartito…!

Con el tiempo he llegado a la conclusión de que sólo una auténtica nimiedad fue la causa que arruinó mi brillante futuro tribal. Francamente, se me hacía difícil soportar de mis conciudadanos esta mueca que hacen con los labios y que pretende dibujar una sonrisa cómplice entre la elite patriótica.

Las sonrisas, en esta latitud del Mediterráneo norte no han sido nunca sonrisas relajadas y espontáneas; analizándolas con cierto detalle, da la sensación que mientras se mueve la boca se aprieta el culo. Pero aquellas sonrisitas condescendientes (máxima expresión del hecho diferencial) aquellos guiños de etnia superior, ciertamente, tuvieron la virtud de exasperarme. Son muecas crípticas, reservadas solo a los que ostentan el privilegio de pertenecer al meollo del asunto. Se trata, de una contraseña indicativa de los preconcebidos nacionales y que también, obviamente, compromete al mantenimiento de la omertá general.

Estas sonrisitas, ahora triunfantes, pueden encontrarse hoy al por mayor, y muy bien remuneradas, en las tertulias de la tele Autonómica. Aunque tampoco hay que mitificar sus contenidos. Acceder al código está al alcance de todos, es algo así como:

«Je, je, queda claro que no tenemos nada que ver con ellos, je, je, nosotros somos dialogantes, pacifistas, y naturalmente, más cultos, je, je, je, más sensatos, más honrados, más higiénicos, más modernos, je, je, si no hemos llegado mas lejos, je, je, ya sabemos quienes son los culpables, je, je, je».

También parece lógico que ganándome la vida sobre la escena, fuera precisamente un detalle expresivo el detonante capaz de conducirme hacia otra óptica del tema ¡Pero que sensación de ridículo cuando uno descubre que sin enterarse había estado trabajando gratuitamente para la Cosa Nostra!

Un día, a finales de los años 60, tuve que ir precisamente al templo económico de la Cosa Nostra camuflado entonces bajo el reclamo de Banca Catalana. Intentaba aplazar una obsesiva letra que gravitaba sobre el precario presupuesto de Els Joglars. Miseria naturalmente. Allí, me rebotaban de un despacho a otro, hasta que quizá convencidos de que también nos movíamos en el meollo de la cosa se dignaron acompañarme a la tercera planta donde estaba la madriguera del Padrone Signore Jordi.

Apareció entonces un milhombres bajito y cabezudo, cuyas maneras taimadas culminaban en la más genuina sonrisita diferencial. Parecía todo un profesional de la condescendencia y la mueca críptica. Sin mayores preámbulos, acercó su enorme testa al dictáfono, y pasando de todo recato, ordenó a su secretaria que le trajera el «dossier Joglars». ¡Me quedé petrificado! Media docena de titiriteros dedicados entonces a la pantomima, cuyo único capital consistía en nuestros pantys negros, merecíamos todo un dossier.El asunto se ponía emocionante. ¡Nos tenían bajo control!

Lamentablemente, no tuve tiempo de imaginarme demasiadas fantasías sobre el sofisticado espionaje, porque mientras aquel cofrade catalán del doctor No simulaba examinar atentamente el dossier, uno de sus incontrolados tics hizo resbalar sobre la mesa la totalidad del contenido. Eran dos recortes de prensa sobre nuestras actuaciones mímicas en un barrio de Barcelona. Nada más. Ya jugaban a ser nación con servicio secreto incluido.

Automáticamente, comprendí la magnitud de la tragedia, y algún tiempo más tarde, acabé constatándola cuando aquel notable bonsai del dossier, fue elegido hechicero de la tribu después de atracar el Banco, y endosar el marrón a los enemigos naturales de la patria.

¡Esta era la contraseña esperada por el país! La ejemplar hazaña cundió por todos los rincones, y bajo el lema: «Ara es l’hora catalans», que en cristiano viene a ser: «Maricón el último», los elegidos se lanzaron sin piedad al asalto del erario publico, con un éxito sin precedentes.

Ciertamente, es poco agradable pernoctar cada día en un territorio en el que te sientes cada vez más autoexcluido. Cuando no se tienen recursos suficientes para ser emigrante en la Toscana, quizá lo más sensato, sería pedirle asilo a Rodríguez Ibarra o Esperanza Aguirre. Porque de seguir aquí, al margen de la cosa uno debe imponerse terapias de distanciamiento, de oxigenación, de sarcasmo, de mucho vino, de gritos desaforados en la ducha…en fin, es necesario crear una estrategia de choque para no preguntarse constantemente si vale la pena interpretar el ridículo papel de Pepito Grillo.

En cierta manera los envidio. Debe ser formidable, escuchar diariamente el vocablo «Cataluña» 10, 20, 30.000 veces en los medios provinciales, y en vez de ponerse histérico blasfemando sobre la puta endogamia nacionalista, uno pueda seguir pensando que esta Cataluña a la que se refieren, es la tierra prometida.

Es admirable ser un poder fáctico con el prestigio de los perseguidos. Ser gobierno y oposición a la vez. Es fantástico, ostentar el título de Honorable por ser el más hábil encubriendo expolios. Ser nacionalista y además de izquierdas. Ser… tan… tan humanista-progresista-pacifista que cuando te asesinan a tu padre, como el pobre Lluch, al día siguiente, pides diálogo con los criminales ¡Eso ya es la leche de la exquisitez!

No digamos ya ser del Barça, ser de Esquerra Republicana, ser Cruz de Sant Jordi y reclamar el Archivo de Salamanca… Bueno, y oficializar manchas catalanas y ser Tapies ¡Eso ya es el sumum!

O sea, que vivir en este país y pertenecer a la cosa nostra es lo más cercano a la virtualidad del Nirvana. No tiene riesgo alguno y además, es tan fácil, que hasta los recién llegados en patera se enteran rápidamente de qué va el asunto aquí. Por eso, en mis momentos bajos, sigo preguntándome: ¿Cómo pude ser tan insensato de autoexcluirme del festín? ¡Y todo por una puñetera sonrisa étnica!

Albert Boadella

http://textos-ciudadanos.blogspot.com.es/2009/07/manifiesto-de-un-traidor-la-patria-por.html
Resultado de imagen de l'afer d'Els Joglars,albert boadella

Resultado de imagen de l'afer d'Els Joglars,albert boadellaResultado de imagen de l'afer d'Els Joglars,albert boadella



Ilustración
La Torna, d’Els Joglars, 1977. Fotografía: Pau Barceló. Fuente: CDiMAE.

ESPECTÁCULOS · EL teatro independiente EN ESPAÑA, 1962-1980

La Torna, de Els Joglars

La torna (en catalán, el redondeo, lo que se añade a una mercancía cuando no llega exactamente al peso solicitado) recrea los últimos días de la vida de Heinz Ches (cuyo nombre real era Heinz Chez) y su ejecución a garrote vil. A partir de los pocos datos que se tenían sobre este hombre, se construyó una farsa en la que todos los personajes actuaban con máscaras salvo el propio Ches, víctima y testigo de toda la trama que se construía a su alrededor para intentar restar relieve al ejecución del anarquista catalán Salvador Puig Antich el mismo día 2 de marzo de 1974. Heinz Chez era, pues, la torna de Puig Antich. En palabras de Pedro Barea «Els Joglars dan una visión satírica de los acontecimientos, su óptica va en busca de los tics, de los gestos risibles de un recorrido macabro. Las máscaras de la Commedia dell’Arte marcan una fantasmagoría guiñolesca en la que el único personaje con rostro real es Heinz Chez. De algún modo se reproduce lo que pudo ser la visión del protagonista, extraño, lejano, que no conocía el idioma en el que le juzgaban y agarrotaban: aquel absurdo carnaval, para él ininteligible en el que se jugó la vida. Espectáculo muy mediterráneo y muy ibérico juega muchas veces con el empleo intencionado del catalán y del castellano y recorre un arco expresivo que va desde el más deslumbrante lirismo al chiste y al quiebro juguetón» («La torna», en Pipirijaina, n.º 6, enero-febrero de 1978, p. 3).
El montaje ha pasado a la historia especialmente por su impacto social: fue la causa de un consejo de guerra y de un movimiento social sin precedentes en Cataluña, España y toda Europa en favor de la libertad de expresión, en un momento de máxima tensión política y social. La obra supuso, además, un trauma en la historia de la compañía, tras el cual algunos miembros la abandonarían. Justamente, esta campaña en pro de la libertad de los encarcelados inspiró al conocido escenógrafo Fabià Puigserver, que había colaborado anteriomente con Els Joglars, el famoso dibujo de la máscara neutra con el trazo rojo sellando su boca, imagen utilizada como cartel de las jornadas sobre teatro independiente realizadas en Madrid en noviembre de 2015.
La Torna fue el primer espectáculo ensayado en la cúpula geodésica que la compañía, gozando ya de cierta estabilidad económica, hizo construir en Pruït, lugar desde donde entonces crea sus espectáculos. Albert Boadella estrenó en 2005 en el Teatro Romea de Barcelona La torna de la torna, versión de La torna de 1977.
Ficha artística
La Torna, de Els Joglars.
Estrenado el 7 de septiembre de 1977 en el Teatro Argensola (Barbastro).
Se representó hasta el 30 de noviembre de 1977.
Dirección: Albert Boadella.
Máscaras: Abdó Martí.
Vestuario: Rosa Crehuet.
Escenografía: Els Joglars.
Intérpretes: Elisa Crehuet, Míriam de Maetzu, Obdúlia Peredo, Ferran Rañé, Gabriel Renom, Andreu Solsona, Arnau Vilardebò.
Nota
Más información sobre el espectáculo en la página web de la compañía (http://www.elsjoglars.com

Comentaris

Entrades populars d'aquest blog

Fábrica de Fideos COGORNO S.A-PERU

LA LEYENDA DE LAS TRES MARÍAS, Alnitak, Alnilam y Mintaka,constelación de Orión

La harina a base de bambú es probada con éxito en la preparación de galletas y macarrones