Los amish
Los amish son una agrupación religiosa cristiana de doctrina anabaptista, notable por sus restricciones respecto al uso de algunas tecnologías modernas, tales como los automóviles o la electricidad, considerándolas como algo profano al ser de épocas posteriores a los siglos en los que se "estancaron". Son alrededor de 230.000 personas, principalmente en 22 asentamientos en los Estados Unidos de América y en Ontario, Canadá.
Los amish son un grupo cultural y étnico fuertemente unido, descendiente de inmigrantes predominantemente suizos de habla alemana. Creen en el Nuevo Testamento de una forma muy literal y se aíslan del mundo exterior. Defienden el pacifismo y la vida sencilla. Visten como en el siglo XVII o XVIII. La mayoría habla en casa un peculiar dialecto alto alemán (Deitsch o «alemán de Pensilvania»), aunque los autodenominados «amish suizos» hablan un dialecto alemán que ellos llaman «suizo» (Swiss). Son sólo uno de los muchos grupos de «holandeses de Pensilvania», generalmente de origen alemán (la palabra Dutch, «holandés», es una forma arcaica de Deutsch, «alemán»). Los Beachy Amish, más «progresistas», especialmente aquellos nacidos después de la década de 1960, tienden a hablar predominantemente en inglés en casa.
División amish La mayoría de las comunidades amish que se establecieron en Norteamérica no mantuvieron su identidad original. De hecho, la mayor parte de las comunidades tempranas decidieron abandonar finalmente su identidad amish y adquirieron gradualmente la identidad menonita. La división más importante, que resultaría en la pérdida de la identidad amish, ocurrió durante la década de 1860. Durante esos años, los amish desarrollaron varias conferencias en Wayne County (Ohio) acerca de la manera en la que debían enfrentarse a las presiones de la sociedad moderna.
Estilo de vida
Contraste entre transporte moderno y amish (Pensilvania, Estados Unidos)El estilo de vida amish es dictado por la Ordnung de la comunidad. Las Ordnung difieren de comunidad a comunidad, y dentro de una comunidad de distrito a distrito. Lo que es aceptable en una comunidad, puede no serlo en otra. Ningún resumen del «estilo de vida» amish puede ser totalmente certero, puesto que hay pocas generalidades que sean ciertas para todos los amish.
Muchos amish, especialmente los de la vieja guardia, son reconocidos ampliamente por evitar toda tecnología moderna. Evitar objetos como automóviles y televisores, o incluso la electricidad, constituyen una decisión en gran medida malentendida. Los amish no consideran que toda la tecnología sea malvada, de hecho, pueden reclamar la aceptación de ciertas tecnologías dentro del estilo de vida amish. En algunas comunidades, los líderes eclesiásticos se reúnen para analizar la admisión de ciertos elementos, en otras, esto se hace cada vez que es necesario. Debido a que los amish, como otros menonitas, no tienen una estructura gubernamental centralizada y jerarquizada, como la Iglesia Católica Romana o las iglesias de la Comunión Anglicana, diversas comunidades a menudo tienen ideas diferentes en cuanto a qué elementos tecnológicos son aceptables y cuáles no.
La electricidad, por ejemplo, es vista como una conexión con el «mundo», los «ingleses» o «yankees» (el mundo exterior). La utilización de la electricidad podría también llevar al uso de electrodomésticos que complicarían la tradición amish de vida sencilla. Pero, en ciertos grupos amish puede usarse la electricidad en situaciones muy específicas. En algunos grupos, por ejemplo, ésta tiene que ser producida sin acceder a las líneas eléctricas exteriores. Las baterías de 12 V son aceptables para estos grupos. Los generadores eléctricos sólo pueden emplearse para soldar, recargar baterías y alimentar ordeñadoras. El razonamiento tras el sistema de 12 V es que limita lo que el individuo puede hacer con la electricidad y sirve como medida preventiva contra abusos potenciales. La mayoría de las fuentes de potencia de 12 V no generan suficiente corriente como para alimentar lo que es visto como mundano: dispositivos tales como televisores, bombillas y secadores de cabello.
La mayoría de las familias amish hablan un idioma conocido como alemán de Pensilvania (Deitsch) en el hogar. El término comúnmente usado de holandés de Pensilvania («Pennsylvania Dutch») viene del uso original de la palabra «Dutch», que se refería a todos aquellos que hablaban dialectos germano-holandeses y no sólo a los originarios de Holanda.
El código de vestimenta para algunos grupos incluye la prohibición de los botones, permitiendo que sólo ganchos y ojales mantengan la ropa cerrada. Otros grupos permiten que sus miembros cosan botones en sus vestiduras. En algunos grupos, algunos artículos pueden tener botones y otros no (la razón para la restricción en el uso de botones es su original asociación con las Fuerzas armadas). Los amish son notables por la calidad de sus edredones y por la eficiencia de su agricultura. Algunos amish han adoptado con entusiasmo los productos modificados genéticamente por su alta eficiencia.
Cabina telefónica instalada por un granjero «inglés» en Marshall County, (Indiana), para uso en casos de emergencia por parte de las familias amish locales.Típicamente, un hombre amish estará siempre bien afeitado mientras permanezca soltero. Al casarse dejará que su barba crezca. En algunas comunidades, sin embargo, un hombre dejará que su barba crezca después de ser bautizado. Los bigotes generalmente están prohibidos por ser vistos como símbolos del militarismo. Esto es debido a la persecución política y religiosa que sufrieron en Europa durante los siglos XVI y XVII. La nobleza y los miembros de la clase alta, que servían frecuentemente como oficiales militares, se dejaban bigotes pero no barbas.
Los amish, como todos los anabaptistas, no creen que un niño pueda ser bautizado en sentido completo, lo cual se refleja en el propio nombre «anabaptista», que significa «rebautizador», ya que los anabaptistas sólo bautizan adultos. Se espera que los niños amish sigan la voluntad de sus padres en todos los aspectos, pero cuando se hacen mayores, pueden elegir cuál es el modo de vida que quieren. En algunas comunidades, los padres permiten que sus hijos prueben el modo de vida «inglés» del mundo exterior durante unos cuantos años, de manera que puedan decidir si quieren ser bautizados y unirse a la comunidad de por vida. Algunos eligen no hacerlo y vivir el resto de su vida dentro de la sociedad «normal». Algunas comunidades rechazan activamente a aquellos que deciden dejar su doctrina amish de nacimiento, incluso a aquellos que se marchan a otra congregación amish de doctrina divergente. Sin embargo, otras raramente practican ningún tipo de rechazo, manteniendo un contacto familiar y social cercano con aquellos que dejan la fraternidad.
Las comunidades amish pueden ser ligera o drásticamente diferentes unas de otras. Estas diferencias son visibles entre distrito y distrito o incluso dentro de una misma comunidad. Al describir detalles sobre el código de vestimenta, estilo de vida, etc., un escritor cuidadoso especificará el nombre de la comunidad a la que se refiere la descripción. Las diferencias van desde lo más profundo, tales como la aceptación de automóviles sin cromar en grupos conocidos como los «amish del parachoques negro» (los Beachy Amish), los cuales son considerados ampliamente como no-amish por otros grupos, hasta lo que podríamos considerar como trivialidades, tales como el desacuerdo entre grupos que mantienen posiciones diferentes acerca de la forma de los tirantes o acerca de cuántos pliegues debe tener un gorro. Los grupos con modos similares se consideran «en comunión» entre sí y unos a otros como miembros de la misma iglesia cristiana. Los miembros de estos grupos pueden visitarse y casarse entre sí, siendo ésta una consideración importante para evitar problemas relacionados con la endogamia.
La totalidad de los amish sienten la presión del mundo moderno. Las leyes sobre el trabajo de menores, por ejemplo, están amenazando seriamente sus modos de vida, establecidos desde tiempo inmemorial. A los niños amish se les enseña a trabajar duro desde una edad temprana (temprana para los estándares del siglo XXI). Los padres amish supervisan a sus hijos en las nuevas tareas para asegurarse de que aprendan a realizarlas de manera segura y efectiva. Las leyes modernas sobre el trabajo de menores entran en conflicto con la autoridad de los padres amish para decidir si sus hijos son competentes o no para las tareas arriesgadas.
Como muchos menonitas, muchos amish rechazan los seguros (incluyendo los médicos), confiando únicamente en el apoyo de su iglesia y su comunidad. Un ejemplo de tal apoyo es la reparación de graneros, en la cual se reúne toda la comunidad para reconstruir en un solo día los graneros dañados por el fuego o algún desastre natural.
Tres niños caminando hacia la escuela con la vestimenta habitual de la cultura amish.Ya que casi todos los amish que existen en la actualidad descienden de los mismos pocos cientos de fundadores del siglo XVIII, éstos han sido objeto frecuente de dolencias genéticas hereditarias. Algunas de estas dolencias son bastante raras, en ciertos casos únicas, y unas pocas de éstas muy serias. Los trastornos afectan a los niños y han llevado a una mayor proporción de mortalidad entre ellos. La mayoría de los amish aceptan esto como «Gottes Wille» (voluntad de Dios), rechazando cualquier tipo de exámenes genéticos previos al matrimonio para prevenir estas dolencias, y negándose a que se practiquen exámenes genéticos en el feto. En cualquier caso, los niños con alguna discapacidad física o mental son amados y cuidados tanto como los niños que no las padecen. Sin embargo, a veces se encuentra diversidad genética entre las comunidades, dado el caso de que la relación entre ellas haya sido lo suficientemente distante. Así, los trastornos genéticos presentes en una comunidad pueden estar ausentes de la otra. Por ejemplo, aunque dentro de los amish de Lancaster County hay sólo unas pocas familias fundadoras, éstas son bien distantes de las familias fundadoras de la comunidad amish de Perth County, en Canadá.
Muchos padres están usando la tecnología moderna para cuidar de sus hijos. La amplia mayoría recibió permisos especiales de sus líderes religiosos para utilizar ciertos aparatos eléctricos, pero en algunos casos fue imposible obtener dicha autorización, lo que ha llevado a algunos padres a abandonar el estilo de vida tradicional, siendo consecuentemente «expulsados» por su comunidad.
Aunque los amish pagan impuestos, están exentos de la Seguridad Social de los Estados Unidos, según el proyecto de ley relativo a Medicare promulgado en 1965. Como parte de su rechazo a los seguros, los amish no aceptan ayuda del gobierno, ni en salud ni en alimentación. Así, a pesar de que los amish no pagan Seguro Social, tampoco la utilizan. Además, los amish pagan impuestos escolares por escuelas que no usan y por muchos otros servicios a los cuales no recurren.
Recorridos en coches amish ofrecidos en la turística Shipshewana (Indiana)
Estatus Los amish residen en unas 22 comunidades cerradas en EEUU, así como en Ontario (Canadá). Las mayores concentraciones de amish en EEUU están en los Condado de Holmes (Ohio), Condado de Lancaster (Pensilvania) y Condado de LaGrange (Indiana). Por cantidad en cada estado, la población amish más grande está en Ohio, y la segunda más grande en Pensilvania. Hay unos 228.000 amish en EEUU y otros 1.500 en Canadá. Algunos amish del grupo Beachy Amish han emigrado a América Central en un intento de huir de las influencias de la sociedad moderna, fundando un establecimiento importante cerca de San Ignacio, en Belice.
Los grupos amish más estrictos son los denominados Nebraska Amish, Troyer Amish y los grupos Swartzendruber Amish. La lengua usada en todos los hogares amish tradicionales y en muchos hogares Beachy Amish es el alemán de Pensilvania (o «Pennsylvania Dutch»). El inglés se utiliza con el mundo exterior.
Los amish que abandonan sus viejas costumbres permanecen a menudo cerca de su comunidad y, en general, hay niveles de progresión escalonada de amish estrictos a grupos más progresistas (generalmente menonitas).
Prácticas religiosas La comunidad Amish no suelen tener edificios religiosos, las celebraciones religiosas son de caracter privado en sus propias casas. Esta práctica deriva del Nuevo Testamento y de la ideología anabatista que cree que es mucho más seguro rezar en la privacidad del hogar.
Humildad Existen dos conceptos clave para entender la cultura Amish: el rechazo a Hochmut (orgullo, arrogancia, desprecio) y el gran valor de Demut (humildad) y Gelassenheit (calma, compostura y placidez) — a menudo traducido como "submisión" o "dejarse llevar" Gelassenheit se puede entender como deseo de ser seguido, de autopromocionarse, de creer en uno mismo. El orgullo Amish de pertenecer al Deseo de Dios, puesto de manifiesto a través de las normas del grupo que se contradice con el individualismo tan extendido en la cultura americana. Las orientaciones anti-individualistas se refuerzan con la idea de la no utilización de la tecnología agraria que los hace más dependientes del trabajo comunitario. Las innovaciones modernas tales como la electricidad o la fotografía pueden derivar en la vanidad personal.
Aislamiento del mundo exterior [editar]Los Amish consideran que la Biblia es el modelo de vida a seguir. El aislamiento del resto de la sociedad se basa en la idea de ser la "raza elegida, una verdadera comunidad cristiana, una nación sagrada, el pueblo de Dios" (1 Pedro 2:9), no se "conforman con este mundo" (Romanos 12:2), evitando el "amor del mundo o de las cosas que viven en él" (1 Juan 2:15) y la creencia que "la amistad con el mundo los enemista con Dios" (Santiago 4:4)
Para evitar el contacto con el mundo exterior, los Amish prefieren trabajar en casa. Además del trabajo en el campo, los Amish también se dedican a la construcción y, en aquellas zonas con gran influencia turística, se dedican al trabajo artesanal. Los artículos decorativos tienen un papel muy escaso en la forma de vida Amish.
http://es.wikipedia.org/wiki/Amish
Los amish son una agrupación religiosa cristiana de origen anabaptista, notables por sus restricciones en cuanto al uso de algunas tecnologías modernas tales como los automóviles o la electricidad. Son alrededor de 200.000 personas, principalmente en 22 asentamientos en los Estados Unidos de América y en Ontario, Canadá.
Los amish son un grupo cultural y étnico fuertemente unido, descendiente de inmigrantes predominantemente suizos de habla alemana. Creen literalmente en el Nuevo Testamento, y se aíslan del mundo exterior, defienden el pacifismo y la vida sencilla. Visten como en el siglo XVII o XVIII. La mayoría habla en casa en un peculiar dialecto alto alemán (Deitsch o "alemán de Pensilvania"), aunque los autodenominados "amish suizos" hablan un dialecto alemán que ellos llaman "suizo" (Swiss). Son sólo uno de los muchos grupos de "holandeses de Pensilvania", generalmente de origen alemán (la palabra Dutch, "holandés", es una forma arcaica de Deutsch, "alemán"). Los Beachy Amish, más "progresistas", especialmente aquellos nacidos después de la década de 1960, tienden a hablar predominantemente en inglés en casa.
Como los menonitas, los amish son descendientes de los anabaptistas suizos (1525), denominados los "Hermanos Suizos" (Swiss Brethren), tuvieron su origen en Felix Manz y Conrad Grebel. El nombre "menonita" fue aplicado posteriormente y provino de Menno Simons (1496-1561), un líder anabaptista del norte. Simons era un sacerdote católico holandés, que se convirtió al anabaptismo en 1536 y fue bautizado por Obbe Philips después de renunciar a su fe y oficio católicos. Fue un líder en las comunidades anabaptistas de los Países Bajos, y su influencia llegó gradualmente hasta Suiza.
El movimiento amish toma su nombre de Jacob Amman (1656-1730), un menonita Suizo. Amman sentía que los menonitas se estaban desviando de las enseñanzas de Simons y de la Confesión de Fe de Dordrecht de 1632. Gran parte de la laxitud estaba en el área del rechazo a miembros excluidos, llamada también la prohibición (o Meidung en alemán de Pensilvania). Sin embargo, los menonitas suizos nunca practicaron un rechazo estricto como el de otros anabaptistas. La prohibición significaba que los creyentes debían cesar cualquier contacto con personas que hubiesen sido excluidas de la sociedad menonita. Amman insistió en esta práctica, incluso hasta el punto de prohibir que un cónyuge durmiera o comiera con la persona excluida hasta que se arrepintiera de su conducta.
Con este estricto literalismo sobrevino una división de los menonitas suizos, que ahora estaban distribuidos a través de Alsacia debido a condiciones poco propicias de Suiza. Esta división ocurrió en 1693, y condujo al establecimiento de los amish. Como los amish son una escisión de los menonitas, algunos les consideran un grupo menonita conservador. De hecho, algunos amish no estarían en desacuerdo con éste título. Algunos amish comenzaron a emigrar hacia Estados Unidos en el siglo XVIII y muchos se establecerían en Lancaster County (Pensilvania). De hecho, los primeros emigrantes fueron en realidad a Berks County, pero se trasladaron posteriormente por motivos de seguridad relacionados con las guerras con Francia y los nativos originales de la zona, así como por motivos territoriales). Otros grupos se establecieron o se diseminaron por Illinois, Indiana, Wisconsin, Iowa, Michigan, Minnesota, Misisipi, Misuri, Nebraska, Nueva York, Ohio e incluso Canadá.
La mayoría de las comunidades amish que se establecieron en Norteamérica no mantuvieron su identidad. De hecho, la mayor parte de las comunidades tempranas perdieron eventualmente su identidad amish y adquirieron gradualmente una identidad menonita. La división más importante, que resultaría en la pérdida de la identidad amish, ocurrió durante la década de 1860. Durante esos años, hubo conferencias en Wayne County (Ohio) acerca de la manera en la que los amish debían enfrentarse a las presiones de la sociedad moderna.
El estilo de vida amish es dictado por el Ordnung de la comunidad. Los ordnung difieren de comunidad a comunidad, y dentro de una comunidad de distrito a distrito. Lo que es aceptable en una comunidad puede no serlo en otra. Ningún resumen del "estilo de vida" amish puede ser totalmente certero, puesto que hay pocas generalidades que sean ciertas para todos los amish.
Muchos amish, especialmente de la vieja guardia, son renombrados por evitar la tecnología moderna. Evitar objetos tales como los automoviles o la electricidad es una decisión en gran medida malentendida. Los amish no consideran que toda la tecnología sea malvada. De hecho, pueden reclamar la aceptación de ciertas tecnologías dentro del estilo de vida amish. En algunas comunidades, los líderes eclesiásticos se reúnen para analizar la admisión de ciertos elementos. En otras, esto se hace cada vez que es necesario. Debido a que los amish, como otros menonitas, no tienen una estructura gubernamental centralizada, como las iglesias católica o anglicana, diversas comunidades a menudo tienen ideas diferentes entre sí en cuanto a qué elementos tecnológicos son aceptables y cuáles no.
La electricidad, por ejemplo, es vista como una conexión con el "mundo", los "ingleses" o "yankees" (el mundo exterior). La utilización de la electricidad podría también llevar al uso de electrodomésticos que complicarían la tradición amish de vida sencilla. Sin embargo, en ciertos grupos amish puede usarse la electricidad en situaciones muy específicas. En algunos grupos, por ejemplo, ésta tiene que ser producida sin acceder a las líneas eléctricas exteriores. Las baterías de doce voltios son aceptables para estos grupos. Los generadores eléctricos sólo pueden utilizarse para soldar, recargar baterías y alimentar ordeñadoras. El razonamiento tras el sistema de doce voltios es que limita lo que el individuo puede hacer con la electricidad y sirve como medida preventiva contra abusos potenciales. La mayoría de las fuentes de potencia de doce voltios no generan suficiente corriente como para alimentar lo que es visto como mundano: dispositivos tales como televisores, bombillas y secadores de cabello.
La mayoría de las familias amish hablan un idioma conocido como alemán de Pensilvania (Deitsch) en el hogar. El término comúnmente usado de holandés de Pensilvania ("Pennsylvania Dutch") viene del uso original de la palabra "Dutch", que se refería a todos aquellos que hablaban dialectos germano-holandeses y no sólo a los originarios de Holanda.
El código de vestimenta para algunos grupos incluye la prohibición de los botones, permitiendo que sólo ganchos y ojales mantengan las ropas cerradas. Otros grupos permiten que sus miembros cosan botones en sus vestiduras. En algunos grupos, algunos artículos pueden tener botones, y otros no (la razón para la restricción en el uso de botones es su anterior asociación con la milicia). Los amish son notables por la calidad de sus edredones y por la eficiencia de su agricultura. Algunos amish han adoptado con entusiasmo los productos modificados genéticamente por su alta eficiencia.
Típicamente, un hombre amish estará siempre bien afeitado mientras permanezca soltero. Al casarse dejará que su barba crezca. En algunas comunidades, sin embargo, un hombre dejará que su barba crezca después de ser bautizado. Los bigotes generalmente están prohibidos por ser vistos como símbolos de la milicia. Esto es debido a la persecución política y religiosa que sufrieron en Europa durante los siglos XVI y XVII. La nobleza y los miembros de la clase alta, que servían frecuentemente como oficiales militares, se dejaban bigotes pero no barbas.
Los amish y otros anabaptistas no creen que un niño pueda ser bautizado en sentido completo -lo cual se refleja en el propio nombre "anabaptista", que significa "rebautizador", ya que los anabaptistas sólo bautizan adultos. Se espera que los niños amish sigan la voluntad de sus padres en todos los aspectos, pero cuando se hacen mayores pueden elegir cuál es el modo de vida que quieren. De hecho, en algunas comunidades, los padres permiten que sus hijos prueben el modo de vida "inglés" del mundo exterior durante unos cuantos años, de manera que puedan decidir si quieren ser bautizados y unirse a la comunidad de por vida. Algunos eligen no hacerlo y vivir el resto de su vida dentro de la sociedad "normal". Algunas comunidades rechazarán activamente a aquellos que decidan dejar la iglesia, incluso a aquellos que se marchen a otra congregación amish de ideología divergente. Sin embargo otras raramente practican ningún tipo de rechazo, manteniendo un contacto familiar y social cercano con aquellos que dejan la iglesia.
Las comunidades amish pueden ser ligera o drásticamente diferentes unas de otras. Estas diferencias pueden hacerse visibles entre distrito y distrito o incluso dentro de una misma comunidad. Al describir detalles sobre el código de vestimenta, estilo de vida, etcétera, un escritor cuidadoso especificará el nombre de la comunidad a la que se refiere la descripción. Las diferencias van desde lo más profundo, tales como la aceptación de automóviles sin cromar en grupos conocidos como los "amish del parachoques negro" (los Beachy Amish), los cuales son considerados ampliamente como no-amish por otros grupos, hasta lo que podríamos considerar como trivialidades, tales como el desacuerdo entre grupos que mantienen posiciones diferentes acerca de la forma de los tirantes o acerca de cuántos pliegues debe tener un gorro. Los grupos con modos similares se consideran "en comunión" entre sí, y se consideran unos a otros como miembros de la misma iglesia cristiana. Los miembros de estos grupos pueden visitarse y casarse entre sí, siendo ésta una consideración importante para evitar problemas relacionados con la endogamia.
La totalidad de los amish sienten la presión del mundo moderno. Las leyes sobre el trabajo de menores, por ejemplo, están amenazando seriamente sus modos de vida, establecidos desde tiempo inmemorial. A los niños amish se les enseña a trabajar duro desde una edad temprana (temprana para los estándares del siglo XXI). Los padres amish supervisan a sus hijos en las nuevas tareas para asegurarse de que aprendan a realizarlas de manera segura y efectiva. Las leyes modernas sobre el trabajo de menores entran en conflicto con la autoridad de los padres amish para decidir si sus hijos son competentes o no para las tareas arriesgadas.
Como muchos menonitas, muchos amish rechazan los seguros (incluyendo los médicos), confiando únicamente en el apoyo de su iglesia y su comunidad. Un ejemplo de tal apoyo es la reparación de graneros, en la cual se reúne toda la comunidad para reconstruir en un solo día los graneros dañados por el fuego o algún desastre natural.
Ya que casi todos los amish que existen en la actualidad descienden de los mismos pocos cientos de fundadores del siglo XVIII, éstos han sido objeto frecuente de dolencias genéticas hereditarias. Algunas de estas dolencias son bastante raras, en algunos casos únicas, y unas pocas de éstas muy serias. Los trastornos afectan a los niños y han llevado a una mayor proporción de mortalidad entre ellos. La mayoría de los amish aceptan ésto como "Gottes Wille" (voluntad de Dios) rechazando cualquier tipo de exámenes genéticos previos al matrimonio para prevenir estas dolencias, y negándose a que se practiquen exámenes genéticos en el feto. En cualquier caso, los niños con alguna discapacidad física o mental son amados y cuidados tanto como los niños que no las padecen. Sin embargo, a veces se encuentra diversidad genética entre las comunidades, dado el caso de que la relación entre ellas haya sido lo suficientemente distante. Así, los trastornos genéticos presentes en una comunidad pueden estar ausentes de la otra. Por ejemplo, aunque dentro de los amish de Lancaster County hay sólo unas pocas familias fundadoras, éstas son bien distantes de las familias fundadoras de la comunidad amish de Perth County, en Canadá.
Muchos padres están usando la tecnología moderna para cuidar de sus hijos. La amplia mayoría recibió permisos especiales de sus líderes religiosos para utilizar ciertos aparatos eléctricos, pero en algunos casos fue imposible obtener dicha autorización, lo que ha llevado a algunos padres a abandonar el estilo de vida tradicional, siendo consecuentemente "expulsados" por su comunidad.
Aunque los amish sí pagan impuestos, están exentos de la Seguridad Social de los Estados Unidos, según el proyecto de ley relativo a Medicare promulgado en 1965. Como parte de su rechazo a los seguros, los amish no aceptan ayuda del gobierno, ni en salud ni en alimentación. Así, a pesar de que los amish no pagan Seguro Social, tampoco la utilizan. Además, los amish pagan impuestos escolares por escuelas que no usan, y por muchos otros servicios a los cuales no recurren.
Los amish residen en unas 22 comunidades cerradas alrededor de Estados Unidos así como en Ontario (Canadá). Las mayores concentraciones de amish en Estados Unidos están en los Condado de Holmes (Ohio) y Condado de Lancaster (Pensilvania). Por cantidad en cada estado, la población amish más grande está en Ohio, y la segunda más grande en Pensilvania. Hay unos 228.000 amish en Estados Unidos, y otros 1.500 en Canadá. Algunos amish del grupo Beachy Amish han emigrado a América Central en un intento de huir de las influencias de la sociedad moderna, fundando un establecimiento importante cerca de San Ignacio, en Belice.
Los grupos amish más estrictos son los denominados Nebraska Amish, Troyer Amish y los grupos Swartzendruber Amish. La lengua usada en todos los hogares amish tradicionales y en muchos hogares Beachy Amish es el alemán de Pensilvania (o "Pennsylvania Dutch"). El inglés se utiliza con el mundo exterior.
Los amish que abandonan sus viejas costumbres permanecen a menudo cerca de su comunidad, y en general, hay niveles de progresión escalonada de amish estrictos a grupos más progresistas (generalmente menonitas)..
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Los amish: un viaje al pasado
Los amish son un grupo religioso y étnico, descendiente de inmigrantes predominantemente alemanes y suizos de habla alemana, que viven en 22 asentamientos en Estados Unidos (principalmente en Ohio y en Pensilvania) y en Canadá (en Ontario). Esta curiosa agrupación religiosa (anabaptista) vive aislada del mundo exterior, defiende el pacifismo, la vida sencilla y restringe enormemente el uso la tecnología moderna. Para los amish prácticamente el tiempo se ha detenido en el siglo XVIII y rechazan la ropa actual, los automóviles, los televisores, los teléfonos, los secadores de pelo o, incluso, el gas y la electricidad (se siguen alumbrando con lámparas de petróleo). Consideran que estas manifestaciones de la vida moderna son malvadas y ponen en peligro su forma de vida.
Sin embargo, no todos los amish son tan estrictos. El estilo de vida amish es determinado en cada comunidad, de manera que lo que se permite en una puede estar prohibido en otra. Los líderes religiosos de cada comunidad determinan sus costumbres interpretando literalmente la Biblia y basándose en una serie de normas no escritas llamadas Ordnung.
Los amish más estrictos rechazan cualquier tipo de manifestación de la tecnología moderna. Sin embargo, en algunas comunidades más flexibles, los líderes eclesiásticos se reúnen para analizar la admisión de ciertos elementos. La forma de los tirantes, el uso de botones o el número de pliegues que debe tener la cofia de las mujeres puede ser motivo de discrepancias entre las diferentes comunidades
Los hombres suelen llevar trajes de colores oscuros y sombreros de ala ancha negros o de paja. Las mujeres no pueden llevar joyas, usan vestidos sencillos, de un sólo color, generalmente con mangas largas, una amplia falda, una cofia blanca y un delantal. No se cortan el cabello, que recogen en un moño en la parte trasera de la cabeza.
Se desplazan en coches tirados por caballos (buggy)
Los grupos con estilos de vida similares se consideran “en comunión” y sus miembros pueden visitarse y casarse entre sí. De esta manera, los amish evitan los problemas relacionados con la endogamia. No obstante, como casi todos los amish que existen en la actualidad descienden de los fundadores del siglo XVIII (unos pocos cientos), padecen de ciertas dolencias genéticas hereditarias, algunas de ellas muy graves. La mayoría de los amish aceptan las enfermedades genéticas y de cualquier otro tipo como voluntad de Dios y rechazan los exámenes genéticos previos al matrimonio y, por supuesto, tampoco los autorizan en el feto porque no admiten el aborto. Muchos amish no acuden a los médicos y si ellos o sus familiares enferman confían exclusivamente en su fe y en su comunidad.
Pero no todos actúan del mismo modo. Algunos padres decidieron aceptar la tecnología moderna para cuidar mejor de sus hijos. Muchos recibieron permisos especiales de sus líderes religiosos, pero a veces no se consiguió la autorización. En estos casos, muchos padres tomaron la decisión de abandonar el estilo de vida tradicional y fueron expulsados de su comunidad.
La electricidad se considera algo especialmente controvertido porque su uso supone el empleo de ciertos electrodomésticos mundanos y “peligrosos”, que podrían acabar con su vida sencilla. Sin embargo, para algunos comunidades, puede usarse la electricidad con ciertos límites. Por ejemplo, puede ser producida con generadores propios, para no depender de las líneas eléctricas exteriores. En estos grupos amish se aceptan las baterías de 12 V, que no generan suficiente corriente para poner en funcionamiento elementos mundanos como televisores y secadores de pelo. Los generadores eléctricos sólo pueden utilizarse para determinadas tareas como soldar, recargar baterías o hacer funcionar las ordeñadoras.
Las muñecas con que juegan las niñas amish no tienen cara. Esta curiosa costumbre se basa en unas frases de la Biblia:
“8. No te harás escultura ni imagen alguna, ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
9. No te postrarás ante ellas ni les darás culto. Porque yo, Yahveh tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian”
(Deuteronomio, 5, 8 y 9).
Este mandamiento lleva también a los amish más estrictos a huir de las cámaras de fotos o de televisión. Por ese motivo, en muchas de las imágenes que en este artículo reproducimos los amish aparecen de espaldas.
La comunidad actúa de forma muy eficaz cuando alguno de sus miembros tiene algún problema. Por ejemplo, reconstruye en un sólo día un granero dañado por el fuego o por cualquier desastre natural. Los miembros de la comunidad deben apoyarse mutuamente y evitar los enfrentamientos, la violencia, tanto física como verbal. Los padres educan a sus hijos desde pequeños para que no pronuncien palabras que puedan herir los sentimientos de los demás o generar agresiones. La importancia de la comunidad no impide que la familia constituya una unidad social esencial entre los amish. Las familias con siete a diez niños no son infrecuentes.
Los niños abandonan la escuela a los 14 años. Sus profesores amish les enseñan fundamentalmente un dialecto alemán amish, inglés, alemán culto (que se utiliza en los oficios religiosos), matemáticas, salud, geografía, historia y la Biblia. Para los amish, las habilidades domésticas y agrícolas son una parte muy importante en la educación del niño. Los padres consideran que la educación de sus hijos debe ser la estrictamente necesaria para ser un buen campesino y un buen padre de familia.
Algunas comunidades prohíben el uso de botones porque consideran que este objeto está asociado con las ropas de las Fuerzas Armadas, de modo que la ropa sólo puede cerrarse mediante corchetes (como sucede con el vestido de la niña y la chaqueta del niño de las imágenes superiores).
En la imagen aparece un cabina telefónica que ha instalado un granjero “inglés” (es decir, no amish) para que puedan utilizarla en casos de emergencia las familias amish locales. Las relaciones que las comunidades amish establecen con el mundo exterior son muy escasas, se reducen a escasas amistades con personas no amish y a los contactos que necesariamente tienen que mantener con ellas con motivo de sus negocios.
Los amish son fundamentalmente agricultores, algunos rechazan el empleo de maquinaria agrícola, por ejemplo, tractores, y utilizan sólo sus mulas y caballos. Curiosamente, otros campesinos han aceptado los productos modificados genéticamente. También son buenos granjeros y carpinteros, fabrican y venden muebles de madera. Las mujeres amish elaboran preciosos edredones.
El joven amish irá siempre bien afeitado mientras esté soltero. Cuando se case, se dejará crecer la barba. Sin embargo, en algunas comunidades, después del bautismo, que se realiza cuando son adultos, se le permite al hombre llevar barba. El bigote suele prohibirse porque se considera un símbolo del militarismo.
La rumspringa es el momento en que a los adolescentes de 16 años se les permite decidir si quieren vivir en el mundo exterior, abandonando su religión y su comunidad, o bautizarse y adoptar para siempre el estilo de vida amish. Para tomar la decisión, pueden salir de su comunidad y vivir un tiempo en el exterior, adoptando, temporalmente las costumbres de nuestro siglo. El porcentaje de abandonos es muy escaso.
Todas las comunidades amish, sean más conservadoras o más progresistas, sienten la presión del mundo moderno. Por ejemplo, las leyes americanas o canadienses sobre el trabajo de menores entran en conflicto con la autoridad de los padres amish, que les enseñan a sus hijos a trabajar muy duro desde una edad temprana.
Una ley promulgada en 1965 en Estados Unidos exime a los amish del pago de la Seguridad Social, que ellos no utilizan. Como parte de su rechazo a los seguros, los amish tampoco aceptan ayuda del gobierno en alimentación. Pero sí deben pagar otros impuestos, por ejemplo, impuestos por escuelas que no utilizan y por otros muchos servicios que ellos no necesitan.
Aunque sólo un 10% de los amish vota, este grupo religioso es partidario de forma absolutamente mayoritaria de los republicanos. Un miembro de los amish le comentó a un periodista de The Economist: “nosotros rezamos por los republicanos, pero no votamos”. Su rotundo rechazo al aborto y su estilo de vida conservador los aproxima más a la ideología del partido republicano que a la del demócrata, aunque su pacifismo les impida aceptar la guerra de Irak
http://www.ovejaselectricas.es/?p=560
Lejos de la modernidad, los amish prosperan en Estados Unidos
Su población aumentó a 231,000 habitantes en el 2008
22.08.08 - Updated: 22.08.08 08:53am - AFP: redaccion@laprensa.hn
Washington, Estados Unidos
Retirados del mundo contemporáneo, se desplazan en carros tirados por caballos, prohíben la televisión, las computadoras y la electricidad.
Sin embargo, los amish están en pleno crecimiento en la moderna sociedad estadounidense, donde su población se duplicó en 16 años.
La población de esta comunidad de protestantes pacifistas, emigrada del sur de Alemania, Suiza y Alsacia a fines del siglo XVIII, aumentó a 231,000 en 2008 contra 125,000 en 1992, lo que representa un incremento de 84%, según un estudio difundido el jueves.
Originalmente instalada en los estados de Pensilvania (noreste), Ohio e Indiana (norte), la comunidad amish se extiende actualmente a través de 28 estados y la provincia canadiense de Ontario, indica un trabajo del Centro de estudios anabaptistas del Elizabeth Town College (Pensilvania)
Desde 1992, en busca de terrenos agrícolas más baratos y para alejarse de la urbanización, los amish se instalaron en siete nuevos estados como Arkansas, Colorado, Maine, Mississippi y Virginia Occidental.
Una decena de estados han visto aumentar considerablemente su población amish, como Virginia (+400%), Kentucky (200%) o Montana (150%)
Según el autor del estudio, el profesor Donald Kraybill, este crecimiento explosivo se debe en primer lugar a que tradicionalmente la comunidad se compone de familias grandes (con un promedio de cinco hijos)
También se explica por una fuerte tasa de "retención" de las generaciones jóvenes: cuatro de cada cinco jóvenes -que a los 18 años tienen la oportunidad de ver el mundo exterior y elegir su camino- deciden seguir siendo amish.
"Las dos principales causas de este crecimiento son por un lado el alto nivel de fertilidad pero también la fuerte tasa de retención de los jóvenes.
Esto funciona porque los jóvenes encuentran satisfacción en el estilo de vida de los amish. Les da un fuerte sentido de identidad, la noción de pertenecer a un grupo y una significación religiosa", indicó Kraybill, autor del libro "Los Amish: un enigma para el mundo moderno"
La comunidad amish se enriquece también, en una proporción modesta, con nuevos conversos. Kraybill estima que hay más de un centenar actualmente.
La instalación de los amish en el seno de nuevas comunidades no siempre es fácil: "a menudo, cuando llegan a un nuevo estado encuentran dificultades porque los habitantes locales no comprenden sus prácticas", explicó Kraybill.
Así, la circulación de los carros negros impulsados por caballos, sin luces, o la costumbre de que los abuelos vivan en una vivienda adyacente a la casa principal, o incluso el uso entre los más conservadores de cabinas exteriores para los baños provocan a veces conflictos de permisos de construcción o de reglas de circulación.
Famosos por la película "Testigo en peligro" ("Witness") en 1984 con Harrison Ford, los amish respetan el Ordnung, un código de conducta centrado en los valores evangélicos que fija las prácticas permitidas y las prohibidas.
Los hombres, siempre vestidos de negro, usan un sombrero ancho y tirantes, mientras que la vestimenta de las mujeres y niñas recuerda los trajes del campo europeo del siglo XVII: los cabellos recogidos bajo una pequeña cofia blanca, vestido largo y delantal blanco.
En los últimos años, acosados por la urbanización que rechazan y por el alza del precio de los terrenos agrícolas, buscan nuevos horizontes.
"De hecho, buscan terrenos más baratos y un cierto aislamiento rural", afirma Kraybill Según él, la población amish aumentará aún más, tal vez incluso se duplicará nuevamente, en los próximos 18 años.
http://www.laprensahn.com/Internacionales/Ediciones/2008/08/22/Noticias/Lejos-de-la-modernidad-los-amish-prosperan-en-Estados-Unidos
La mutación Amish que protege el corazón.
Un 5% de los miembros de este grupo religioso porta la versión protectora de APOC3.
El aislamiento que ha caracterizado a los Amish, un grupo religioso descendiente de cristianos anabaptistas suizos, desde su llegada a EEUU y Canadá en el siglo XVIII, se ha convertido en esta ocasión en un aliado de la ciencia. Un grupo de investigadores de la Universidad de Maryland acaba de descubrir en esta población una nueva mutación genética con efectos cardioprotectores.
Según explica el equipo dirigido por Toni Pollin en las páginas de la revista Science, alrededor del 5% de los miembros de esta peculiar comunidad religiosa son portadores de una mutación genética que reduce los niveles de triglicéridos en la sangre y les protege de padecer problemas cardiovasculares a lo largo de su vida.
La mutación en cuestión ha sido descubierta gracias a la utilización de la más moderna tecnología genómica, que permite analizar simultáneamente cientos de fragmentos de ADN en busca de alteraciones relacionadas con el aumento de los triglicéridos (el principal tipo de grasa que transporta el organismo humano). Y no deja de ser curioso si se tiene en cuenta que este grupo, considerado por algunos una secta, es contrario a introducir en su vida diaria cualquier tipo de avance tecnológico, desde la televisión a la electricidad.
El análisis genómico permitió observar que una pequeña proporción de ellos tenía una mutación en el gen APOC3 que acelera la descomposición de los triglicéridos en ácidos grasos. Concretamente, los portadores tenían una deficiencia de la proteína que produce este gen (apoC-III) y mayores niveles del llamado colesterol bueno (de alta densidad o HDL).
En condiciones normales, esta proteína se liga a las grasas que circulan por el torrente sanguíneo e inhibe su descomposición, de manera que las grasas permanecen más tiempo en la sangre, facilitando la formación de depósitos que obstruyen las arterias. Por el contrario, los portadores de esta mutación tienen el nivel de proteína reducido a la mitad lo que, a la larga, es un seguro para su corazón.
Batido hipercalórico
Para comprobarlo, los científicos estudiaron a más de 800 individuos Amish de una comunidad en el condado de Lancaster (en Pensilvania, uno de los estados de EEUU con mayor presencia del grupo). Cada uno de ellos ingirió un batido con alto contenido en calorías y grasa y, en las seis horas posteriores fueron cuidadosamente evaluados mediante análisis de sangre y otras pruebas de imagen para comprobar cómo reaccionaban sus arterias ante esta bomba calórica. Por ejemplo, midieron la acumulación de calcio en sus arterias, un indicador de aterosclerosis (obstrucción arterial).
Como apuntan en su trabajo, la mutación descubierta confiere a estos individuos un perfil lípido muy favorable a lo largo de su vida y una aparente protección cardiovascular sin ningún otro efecto secundario perjudicial para ellos. La buena noticia, concluyen, es que se puede reducir los niveles de la proteína apoC-III de manera artificial a través de fármacos, como las estatinas o las glitazonas, "con eficacia clínica y seguridad en la reducción de la morbilidad y la mortalidad de la enfermedad coronaria".
Fuente: El Mundo.
Link Original:
www.elmundo.es/elmundosalud/2008/12/11/corazon/1229011518.html
http://www.nutrar.com/detalle.asp?ID=12450
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