Antonio Esteban afirma: “No me hacía falta un estudio de mercado. Sabía que esto era bueno y pensé que este podía ser el camino a seguir. Y así ha sido”
El mayor logro de Soria Natural es haber transformado la producción de plantas medicinales, hasta entonces elaboradas de forma artesanal, en un negocio puntero, con productos de calidad y mucha I+D. Una combinación que le ha convertido hoy
en
el líder español de la fitoterapia (medicina natural que consiste en la curación a través de las plantas).
Otra de las claves de su liderazgo está en haber diversificado su marca para tener presencia en todos los segmentos de la distribución de este tipo de productos:
Soria Natural, la marca que distribuye en herbolarios y que supone un 80% de la facturación de la firma;
Alecosor, dedicada al cultivo, elaboración y comercialización de alimentos ecológicos y
Homeosor, la enseña que vende en exclusiva en el canal farmacia. La española tiene también una firme presencia en el mercado internacional, a pesar de ser un negocio muy complejo de exportar por las dificultades legales que se encuentran en muchos países.
El 20% de su producción se destina fuera, a través de sus cuatro filiales internacionales (Mexico, Estados Unidos, Alemania y Portugal) y una red de 24 distribuidores alrededor de todo el mundo
http://www.emprendedores.es/casos-de-exito/soria-natural/soria-natural-2
Para el fundador de Soria Natural, “
el I+D es una pieza clave en el desarrollo y avance de la empresa. Llevamos años investigando, con la ayuda de hospitales españoles, el desarrollo de nuevos productos fitoterapéuticos, uno para la hiperpraxia de próstata y otro para las piedras en el riñón. También estamos testando la eficacia de los aceites esenciales para la salud”, explica Antonio Esteban.
NUEVAS FRANQUICIAS
Hasta ahora la fuerza de ventas de Soria Natural se ha basado en distribuidores ajenos, pero hace tres años crearon sus propios puntos de venta, una línea de franquicias que han bautizado con el nombre de
Golden Class y que son su apuesta para revolucionar los herbolarios. “Y acertamos. Se nos ocurrió que segmentos como el de la belleza tiene muchas connotaciones con la salud. No puedes tener un buen aspecto físico si tu salud está hecha un asco. Tratemos la belleza por dentro, que se reflejará por fuera”, explica Esteban. “Hemos llevado al
herbolario un centro de belleza y relax. Y el concepto ha evolucionado muy bien.
El primer año abrimos 22 centros, que es un hito. Ahora tenemos 26, la crisis nos ha frenado”.
http://www.emprendedores.es/casos-de-exito/soria-natural/soria-natural-3
En su afán por innovar, Antonio Esteban ha creado la primera plantación de ginseng en Europa y los herbolarios con tratamientos de belleza.
SIN MIEDO AL FRACASO
Como pionero que es, Antonio Esteban no tiene miedo a equivocarse y dice con una sonrisa que
“es muy instructivo tener fracasos. Aprendemos más de nuestros fracasos que de nuestros éxitos. A mí me habían dado en la cresta bien fuerte varias veces. No una ni dos”.
GESTIÓN DEL ENSAYO-ERROR
Dice sin pestañear que todo lo ha hecho a base de
“probar, ir poco a poco y a ver qué pasa”. Toda la empresa es resultado de esta forma de gestionar, desde el comienzo mismo del negocio, pasando por el lanzamiento de nuevos productos como la alimentación biológica, “en la que quizás fuimos demasiado impulsivos al lanzarla porque era demasiado innovadora” y hasta la búsqueda de mercados internacionales, “nos hemos equivocado en algunos, pero hemos acertado en otros”.
APRENDER CONTINUAMENTE
Hace años intentó, sin éxito, traer la medicina china a España. Ahora se ha empeñado en cultivar ginseng en Soria y con la ayuda de un asesor llegado de Corea ha creado la primera plantación de este tipo en toda Europa. Y “estamos a punto de lanzar una alimentación con fines terapéuticos, pero es prematuro hablar de ello. No lo tenemos terminado”.
http://www.emprendedores.es/casos-de-exito/soria-natural/soria-natural-1
Antonio Esteban Villalobos, fundador y presidente de Soria Natural, bebe gazpacho, su última creación.
TRADICIÓN | LA SORIA NATURAL DE ANTONIO ESTEBAN
El gran herbolario
En los 70 recolectaba hierbas en un «cuatro latas». Hoy Antonio Esteban lleva las riendas de la empresa líder en España en alimentos ecológicos y productos de farmacopea natural. Asentada en el pueblo de Garray, Soria Natural es un imperio con cuatro filiales repartidas por el mundo. Y cumple 25 años con una gran expansión: desde combatir enfermedades hasta herbolarios con «spa».
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La planta de fabricación de comprimidos naturales
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El Departamento de Investigación, al que se destina un 5% de la facturación.
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Por Alfredo Merino Fotografías de Antonio Heredia
Te hablan de Soria Natural y piensas en una pequeña empresa de provincias dedicada a preparar infusiones y otros productos de herbolario. La sorpresa es mayúscula cuando llegas a Garray, pueblecito soriano sede de esta sociedad: cuenta con 380 trabajadores, divisiones de herbolario, alimentación ecológica y parafarmacia, y dispone de un catálogo de más de 700 productos (algunos de ellos venden más de un millón de unidades al mes). Además, ha abierto filiales en México, Estados Unidos, Alemania y Portugal, y tiene 24 distribuidores repartidos por los rincones más impensables del mundo.
Convertida en líder del sector de la Fitoterapia en España, se prepara a celebrar su 25 aniversario el próximo mes de abril con una facturación consolidada en 2005 de 35 millones de euros. «Lo hemos conseguido aplicando conceptos empresariales modernos a un sector que lleva en nuestro país medio siglo anquilosado», dice Antonio Esteban Villalobos, artífice de tan exitosa aventura y presidente y fundador de Soria Natural.
Este extremeño de 63 años tiene en la empresa la prolongación natural de su existencia. Y está satisfecho de ello. Conoce a todos los trabajadores por sus nombres y sabe de sus problemas («hoy no ha venido una de las chicas que trabaja en la capsuladora porque está recuperándose de una enfermedad», se excusa durante la visita a la fábrica). También está al tanto de la vida y milagros de la primera a la última de las extrañas máquinas que laboran en sus dominios: emblistadoras, cromatógrafos, decantadores y otras, algunas diseñadas por él mismo en los inicios de la empresa.
Algo que no olvida Esteban –y que cuenta con indisimulado orgullo– cuando allá a finales de los 70 salía al campo en un viejo «cuatro latas» a recolectar hierbas, que luego metía en bolsas de plástico en el comedor de su casa. «Mi madre no soportaba aquello, porque llenábamos todo de polvo».
Procedente del sector automovilístico, Antonio Esteban se olvidó enseguida de la producción artesanal para aplicar los principios de fabricación y calidad total a las plantas medicinales. Los resultados de aquella pequeña revolución en el sector se hicieron notar: la empresa creció de manera exponencial. En 1982 eran ocho trabajadores, pero 10 años más tarde la plantilla estaba formada por 135 personas. Este año sobrepasarán los 400.
Crecimiento. Poco a poco se desarrollaron nuevas divisiones: Alecosor, dedicada al cultivo, elaboración y comercialización de alimentos ecológicos, y Homeosor, la responsable farmacéutica. Incansable, este emprendedor no dejó de pensar en novedosas estrategias y sistemas para aumentar la difusión de sus productos.
Fruto de ese ansia fue la aventura mexicana. Sin saber nada de aquel mercado, Esteban no dudó en saltar el charco y mantener contactos incluso con el mismísimo Comandante Marcos, con el fin de consolidar la producción en aquel país americano. Al final, abrió una fábrica en el capital del país de la que salen productos para todo el continente americano.
Cuenta esto Esteban al visitante mientras le sumerge en un mundo de hamburguesas vegetales, yogures desgrasados, patatas ecológicas, croquetas de tofú, panes superintegrales, antioxidantes naturales, biorreconstituyentes y otros productos de impensables virtudes. «Siempre naturales ciento por ciento, eso sí que lo aseguramos, pues controlamos todos los aspectos de la producción», advierte, al tiempo que explica que Soria Natural cuenta con 180 hectáreas de plantaciones propias que producen el 50% de sus materias primas, con 70 especies de plantas cultivadas de manera absolutamente ecológica.
Aunque de lo que más orgulloso se muestra es de su Departamento de Investigación. Los laboratorios de Soria Natural se distinguen por dos funciones. La primera, el control exhaustivo. Sin exageraciones habría que decir que molecular. La segunda, el desarrollo de investigaciones sobre sus productos. En un país donde la I+D brilla por su ausencia, hablar de investigación en plantas medicinales, la verdad es que suena a chino. «Hasta que empezamos hace siete años, nadie en nuestro país había hecho investigación pura sobre este campo. Nosotros nos dimos cuenta de que el desarrollo tenía que pasar por la investigación», subraya el director de la compañía.
Su Departamento de Investigación sigue diversas líneas en colaboración con grandes hospitales públicos y privados como el Ramón y Cajal de Madrid, Hospital del Mar de Barcelona, La Fe y Arnau Villanova de Valencia, y organismos como el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca. Pronto ampliará su colaboración con el Hospital Montepríncipe de Madrid y la Clínica Universitaria de Navarra.
Farmacopea. El siguiente paso serán ensayos clínicos con humanos en enfermedades cardiovasculares, renales, diabetes y cáncer: «En experimentación in vitro y animal hemos conseguido resultados espectaculares, con porcentajes del 70% de casos de curación. Aunque todavía no se pueden echar las campanas al vuelo. Que sepamos, ninguna empresa europea está desarrollando esta línea de trabajo», dice satisfecho Esteban, cuya empresa dedica a este tipo de investigaciones el 5% de su facturación.
Aunque lo que tiene más ocupado ahora al patriarca de Soria Natural (sus dos hijos ya trabajan en la empresa) es el desarrollo de una franquicia. «Se trata de una actuación destinada a resucitar el herbolario, que sigue siendo nuestro principal canal de venta». Según cuentan en Soria Natural, hace cinco años comprobaron que, aunque la facturación global seguía creciendo, las ventas en herbolario se estancaban o, incluso, mostraban un declive.
El herbolario explota un sistema comercial que no ha cambiado en 50 años, al contrario que otros segmentos del mercado. La farmacia, por ejemplo, que durante muchos años rechazó las plantas medicinales y hoy las vende en grandes cantidades. O las grandes áreas, que han pasado de no prestar ninguna atención al sector a poseer sus propias líneas de productos naturales. «Concluimos que la solución era llevar al herbolario a aquellos segmentos de población que no lo habían pisado jamás», cuenta Esteban. La idea es unir el concepto de salud natural con el de belleza y dietética, añadir incluso el tema del ocio saludable, a base de spas, jacuzzis, pequeños gimnasios y cosas así. «Se trata de ofrecer un tratamiento integral sin que haya que salir del herbolario. Es el concepto golden class, el herbolario moderno, con nuevos campos de trabajo donde se puedan dar tratamientos integrales de salud».
Para aplicar la receta, Soria Natural abrió el pasado marzo dos centros piloto en Soria y en Barcelona. Diez meses después, el centro soriano ha multiplicado por cuatro el volumen de negocio del ejercicio anterior, mientras que el catalán lo ha hecho por tres. «Estamos montando nuevos centros en Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante y Lisboa. Queremos que la gente se anime con algo que yo llamo pseudofranquicia, porque es un sistema con todas las ventajas de las franquicias, pero con ninguna de sus obligaciones», concluye con su inagotable empuje Antonio Esteban.
http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2007/386/1171468308.html
En la página web
www.sorianatural.com
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