Los dioses de las Pléyades

Los dioses de las Pléyades

Igual que en Egipto, las pirámides de México son el espejo del cielo. Como tantas otras civilizaciones a lo largo del mundo, sus constructores quisieron indicar “algo” mediante la orientación y disposición de estos monumentos que, más que templos o tumbas, sugieren el acceso a otro mundo, como si fueran una puerta a las estrellas. Este es tan sólo un pequeño extracto del nuevo libro de nuestro compañero Josep Guijarro, Aliens ancestrales, editado por Luciérnaga.

El presente texto es un extracto del extenso reportaje de nuestro compañero Josep Guijarro, que ha accedido al interior de las galerías de la pirámide más grande del mundo en México. Si quieres saber más, tienes el reportaje completo en la revista de este mes.

La “casualidad” quiso que, tras sobrevivir al “fin del mundo” profetizado por los mayas [nótese la ironía], tuviera ocasión de visitar, por enésima vez, el país azteca.
Corría el mes de marzo de 2013. Volvía a México casi cuatro años después y, al pegar mi nariz a la ventanilla, distinguí la imagen puntiaguda del volcán Popocatepetl, del que salía un penacho de humo que, al elevarse, se confundía con las nubes. Avivó mis recuerdos.
En 2008, había tenido oportunidad de visitar el país por penúltima vez. El segundo día de estancia fui a dar una vuelta por el gigantesco Museo Nacional de Antropología de México. Resultó una experiencia muy enriquecedora.
Recorrí sus salas en compañía de una guía excepcional: la arqueóloga forense Elba Ortega. Ella me enseñó a distinguir los códices prehispánicos –que muestran a la gente sin cejas– de los que se realizaron en tiempos de la conquista –que sí las poseen––. Así es como di con un códice singular. En él, había dibujada una isla, representada con un altar piramidal en el centro y que, en su parte inferior, mostraba a un hombre y una mujer contemplando cómo se alejaba una embarcación.
“Esta es la isla de Aztlán”, me indicó Elba. De inmediato acudió a mi mente la mítica Atlántida pero, ella me sacó la idea de la cabeza, al explicarme que la traducción correcta de Aztlán era “valle de garzas”.
Sólo un año después, durante un viaje por Riviera Nayarit, daría sentido a ese significado, pero no adelantemos acontecimientos.
“¿Sabes por qué los aztecas no opusieron resistencia a Hernán Cortés?”, Preguntó mi guía. Respondí sin titubeos. “Claro, lo confundieron con Quetzalcóatl”, aseguré mientras me trastabillaba al pronunciar el nombre del dios prehispánico.

Negó con la cabeza.

“En realidad, lo confundieron con el señor de la lluvia, Ñuhu Savi o Dzahui”. Y extendió su mano para indicarme que contemplara la vitrina. Lo que vi, me desconcertó. Tres esculturas procedentes del istmo de Tehuantepec, del periodo post-clásico mostraban a unos tipos con anteojos circulares, y bigotes. Desde luego se parecían a los conquistadores españoles.
Las crónicas aseguran que, los hombres de Hernán Cortés no hallaron resistencia de los aztecas al ser confundidos, ya fuera con Ñuhu Savi o Quetzalcóatl quién, por cierto, desapareció de aquellas tierras con la promesa de regresar. Resultaba significativo que, ambas civilizaciones, confundieran a sus dioses con los conquistadores. No debían de ser, por tanto, muy distintos del hombre blanco.
En cualquier caso, cuando en 1325 los mexicas llegaron al valle de Texcoco y fundaron Tecnochtitlán encontraron, no muy lejos del actual México DF, una ciudad abandonada que, si por algo llamaba la atención, era por sus gigantescas pirámides. La bautizaron con el nombre de Teotihuacán, la “ciudad de los dioses”.
No está claro quien la erigió y tampoco sabemos nada acerca de los motivos que llevaron a sus habitantes a su destrucción y posterior abandono en el 750 de nuestra era. Erich von Däniken sugirió en su famoso libro Carros de los Dioses (1967) que Teotihuacán no fue abandonada, sino que sus habitantes fueron “llevados” por seres extraterrestres para hallar una nueva morada entre las estrellas.
La voz de la sobrecargo me devolvió a la realidad. “Señores pasajeros, estamos llegando a ciudad de México. Apaguen sus dispositivos móviles. Abróchense los cinturones de seguridad, coloquen el respaldo en posición vertical y mantengan la mesa plegada. Muchas gracias”.
En el aeropuerto me reuní con Ana Bustabad, una periodista vallisoletana que también viajaba al Tianguis Turístico de Puebla.
Pasadas las diez de la noche, con un retraso de algo más de media hora, nuestro vuelo partió rumbo a Puebla. Llegaríamos a nuestro destino de madrugada. Estaba hecho papilla.
Ocupé la primera plaza del autocar que la organización del Tianguis había dispuesto para acercarnos a los hoteles y me apoyé en el cristal con ánimo de dar una cabezada. El autobús circulaba en silencio por el boulevard Atlixcayotl y la monotonía dio paso a un duermevela que hubiera conseguido abatirme de no ser porqué, a la altura del distribuidor vial Juárez-Serdán, una escultura me llamó la atención. Ocho ángeles, con instrumentos musicales distintos hicieron que me levantara como un resorte. “¿Y esto?”, le pregunté al chofer. El conductor miró hacia atrás para tratar de ubicarme y, a continuación, me explicó que aquellas imágenes habían sido inauguradas en 2005 para añadir, después, con la musicalidad de su acento mexicano: “A Puebla se la conoce como la Angelópolis. Esta ciudad se fundó donde mandaron los ángeles”.
La gran pirámide de Cholula
Tras el desayuno pusimos rumbo a Cholula, a unos ocho kilómetros de Puebla, con el cielo amenazando lluvia.
El autobús se detuvo en un aparcamiento situado entre las calles 14 Poniente y 3 Norte. Miré a lo alto y –como sucedió en Giza– no vi ni rastro de la pirámide más grande del mundo. Con una base de 18 hectáreas y una altura de 75 metros, la de Cholula es cuatro veces más grande que la Gran Pirámide de Keops pero no la podía ver porque su contorno ­–hoy– ha quedado desdibujado con el paso de los siglos y sus laderas están cubiertas de vegetación. Este antiguo edificio consagrado al culto de Quetzalcóatl está coronado por una iglesia barroca. Su imagen, frente al volcán Popocatépetl es, de hecho, el icono turístico de Puebla.
http://www.revistaenigmas.com/secciones/actualidad/dioses-pleyades

El primer mapa histórico que describe Las Pléyades.

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Los Misterios de la Tierra.

El primer mapa histórico que describe Las Pléyades.

Para los Aztecas, los Mayas y los Egipcios, la Constelación de las Pléyades, era considerada “la morada de sus Dioses” y por ello fue venerada y honrada.

localización de las Pléyades en el firmamento.
¿Qué dicen las Antiguas Civilizaciones de Las Pléyades?
Los Aztecas la llamaban “Tianquiztli”, que traducido sería “el lugar de reunión”. Sus representaciones arquitectónicas, como la Pirámide del Sol, eran alineadas cósmicamente con la Constelación de las Pléyades, a las que se les realizaban cultos periódicos.
Los Egipcios, señalaban la Constelación de las Pléyades y en concreto Alcyone, la estrella más brillante de esa constelación, como lugar de la Gran Diosa Madre, también llamada Neith o Hathor, a la que representaban con figuras de vaca, así lo reflejan los escritos  de las pirámides.
Muchos tabernáculos griegos estaban acomodados dirección de las Pléyades, aunque otros estaban direccionados hacia la Constelación de Orión, Puanga o Rigel.
En el libro apócrifo de Enoc se designa a Las Pléyades como la cuna de la sabiduría, alta conciencia y el trono los seres superiores.
¿Qué son Las Pléyades?
Las Pléyades compuestas por las 7 estrellas más importantes que son: Alcione, Merote, Electra, Celaeno, Taygeta, Maia y Asterote.  En general son un grupo de estrellas situadas en la Costelación de Taurus o el Toro que están a más de 400 años luz.
Las 7 estrellas más importantes de las Pléyades.
¿Dónde fue encontrado y por quién  “el Disco de Nebra”?
En época más reciente fue encontrado el “Disco cósmico de Nebra”, en Alemania, cuya forma ligeramente cóncava, compuesto por bronce con incrustaciones de oro. El disco mide aproximadamente de 32 centímetros de diámetro.
Su representación principal sería “un arco cósmico de los cielos”, que se cree correspondería entre el año 3000 y el 6000ac. Ofrece un claro mapeado de las estrellas del Sistema Solar de la Pléyades. Este Disco Cósmico está considerado como la representación más antigua, que existe, de nuestro cosmos y en concreto de las Pléyades, que se cree fue realizado hacia el año 1.600 antes de cristo, en la edad de bronce.
La rueda o disco de Nebra, fue descubierto por dos buscadores de metales alemanes, en el monte de Mittelberg, del estado federado de Sajonia-Anhalt. Fue encontrada en 1999, enterrada junto con otras piezas de la edad de bronce, como espadas, hachas y brazaletes.
Se conjetura como una ofrenda a los Dioses. Este Disco Cósmico lo situaban direccionado hacia el norte polar, alineándolo con el solsticio de verano, manifestando  el firmamento,  la salida y puesta de la Constelación de las Pléyades.
Hoy se sabe, que este disco sufrió modificaciones estructurales posteriores, variando el número de las estrellas, la ubicación de la tierra y la luna, que cambiaron de posición.
El Disco de Nebra, Alemania, refleja la Constelación de las Pléyades.
¿Qué sucedió finalmente con el Disco cósmico de Nebra?
También está acreditado, que los descubridores alemanes, vendieron en el mercado negro esta pieza arqueológica encontrada, para más tarde ser ofrecida un Museo de Arte de Sajonia, donde su director notificó el hallazgo de esta pieza arqueológica, “El Disco Celeste de Nebra”, a las autoridades pertinentes, y finalmente el Ministerio de Cultura de Sajonia-Anhalt, las  recuperaron para el gobierno Alemán. Actualmente están debidamente protegidas en el “Landesmuseumfür Vorgeschichte” en la ciudad de Halle.
Posteriores investigaciones, arqueológicas y geológicas, ejecutadas por Ernst Pernicka de Tubinga y Anja Ehser de Halle, revelaron que las incrustaciones de oro simbolizaban al Sol, las estrellas, la luna y que se fabricaron con oro inglés.
 
Las Pléyades organizaron la Manipulación Genética de la Humanidad.
Barbara Marciniak, no estaba introducida en el tema de canalización o conversaciones telepáticas, pero en unos de sus viajes a la Acrópolis de Grecia y posteriormente a las Pirámides de Gizeh en Egipto, empezó a recibir datos de información, que posteriormente pudo comprender eran canalizaciones telepáticas con seres de las Pléyades. Comenzó a transcribir estos datos de información recibida, llegando a escribir en el 1988 varios bestsellers espirituales o realistas, sobre sus experiencias, plasmándolos en los siguientes libros:
Barbara Marciniak.
  • Family of Light (Familia de Luz).
  • Bringers of the Down (Mensajeros del Alba).
  • Earth (Tierra).
Según esta canalizadora,   las Pléyades fueron consideradas el lugar de procedencia de los Dioses creadores de la humanidad, concurriendo que son grandes expertos genetistas, conjuntamente con otras Razas Estelares.
Crearon ciertas versiones humanas, donde el ADN principal que estaba compuesto por 12 hebras, fue modificado, diseccionado y desconectado, dejándolo en sólo dos hebras, y así compusieron la especie humana actual.
El diseño principal continuaría en las células, pero desconectado y descolocado, con el fin de poder mantener a la criatura humana dentro de unas determinadas frecuencias que pudiesen controlar y operar con estas.
¿Y la Biblia menciona a las Pléyades?  La biblia se nombra las Pléyades, Orión y la Osa  Mayor y la Osa Menor.
–El libro de Job  bíblico escrito alrededor de 1657ac y concretamente en Job  38:31, dice:   Dios le pregunta a Job ¿Puedes tú atar las cadenas de las Pléyades, o desatar las cuerdas de Orión? ¿Haces aparecer una constelación a su tiempo, y conduces la Osa Mayor de la Osa Menor, con sus hijos? ¿Conoces tú las leyes que gobiernan al Cielo? ¿Eres tú quien aplica esas Leyes a la Tierra?.
–El profeta Amós en Amós 5: 8-9 dice:  “Incitando el profeta Amós a su pueblo para que busquen al Dios que creó a las Pléyades y a Orión; quien convierte la noche en día y el día en noche; quien hace que Tauro brille tras Capricornio y que se meta después con Arturo”.
JESÚS dijo. En otro pasaje dice que Jesús enfrentándose a los ejércitos romanos les dijo: “puedo hacer que desciendan doce legiones de mensajero celestiales, ciertamente mucho más poderosos que vosotros”.
-En la Biblia expone;los ejércitos de la Tierra hay ejércitos de los Cielos”,  y “los carros de fuego celestiales”. Siendo Los Ángeles seres de los cielos o mensajero celestiales, que bajaron del cielo  a la tierra, y que vienen de la morada de Dios. La Traducción de Ángel- es mensajera, fue representada por el águila, pájaro, las 7 estrellas.
¿Manipulación Genética por los Pleyadianos o Evolución natural?
En la Mitología y las Leyendas. 
Al hablar de las Pléyades, estamos representando al cúmulo de estrellas de la Constelación del Toro.
A simple vista  se localizan las 7 estrellas más importantes, que fueron conocidas como “Las estrellas de las 7 Cabras”, pero conforma en 74 estrellas mayores, dotadas de un movimiento idéntico para todas las estrellas que integran esta agrupación Pleyadiana.
-En la Mitología Griega, las Pléyades, eran Siete Hermanas, hijas de Atlas y Pleione. Estas hermanas perseguidas por Orión, pidieron refuerzo a Júpiter que las convirtió en PALOMAS y las situó en los Cielos.
Estas eran las Siete Hermanas –LAS PLÉYADES:
–          Maya, Electra y Taigeta, eran queridas por Júpiter.
–          Alcione y Celene que eran amantes de Neptuno.
–          Astérope, se unió a Marte.
–       Mérope, optó por elegir como amante a un mortal llamado SÍSIFO. Por este acto se le castigó siendo la estrella que menos brillaría de las siete.
DESCENDENCIA DE LAS PLÉYADES:
–          Maya. Se unió con Zeus y tuvo a Hermes Trimegisto.
–          Celeno. Se unió a Poseidón y tuvo a Lico.
–          Alcíone madre de Hirieo con Lico.
–          Electra. Se unió a Zeus y tubo a Dárdano y a Iasión.
–          Estérope  con Ares tuvo a Enómao
–          Táigete con Zeus tuvo a Lacedemón.
–         Mérope, la ecepción de las hermanas, ya que no mantuvo relación con los dioses y sí se casó con un mortal terrestre.
Para los griegos la aparición de estas estrellas en el firmamento, daba comienzo la temporada de la Navegación y la Siembra de  los cultivos.
–En la Mitología Inca, consideraban esta agrupación de estrellas como la Madre de todo el cosmos, definiéndolas como la Asamblea de las Siete.
–En la Mitología Egipcia, señalaban a las Pléyades como la Diosa NEITH – la madre divina o HATHOR; simbolizándola con la figura de la vaca y representándola como la portadora de las semillas de la vida.
–En los texto apócrifos de Enoc, nos expone que las Pléyades es –LA CUNA Y EL TRONO DE NUESTRA CONCIENCIA-, de donde surgió la primera vida Adámica, que señala la bíblia, siendo la conexión con las pléyades el retorno de la Inteligencia Superior.
El baile galáctico de las Pléyades, según los Astrónomos.
El simbolismo de esta agrupación estelar era definido como Las Ninfas, las Palomas, las Siete Cabras, las 7 novias o las 7 bailarinas. Mantenían el número 7 esotérico.
Los Astrónomos actuales y Las Pléyades.
-Los Astrónomos del Observatorio Naval de los Estados Unidos, exponen que se han  identificado 250 soles, que junto con Las Pléyades son miembros de un grupo mayor de estrellas, que comparten movimiento común en su viaje estelar por el espacio y el tiempo.
-La NASA, en recientes fotografías, revela que este grupo de 250 soles o estrellas, viajan todos juntos en una dirección común, generando una espiral ascendente y descendente. La estrella principal Alcione es el centro estelar de ese gran grupo de soles.
¿Fueron los Pleyadianos los antiguos Anunnaki, que bajaron del cielo a la Tierra y crearon la humanidad, tal como está conformada, junto a otras razas alienígenas?
 Imágenes (© dpa). spanien.diplo
http://losmisteriosdelatierra.es/el-primer-mapa-historico-que-describe-las-pleyades/

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